Con el apoyo de la Generalitat Valenciana atendemos a la población de Butembo, Nduko y Buyinga, priorizando en la respuesta humanitaria los servicios de salud sexual y reproductiva, las medidas para la prevención de la violencia de género, y el apoyo psicosocial a las supervivientes de violencia sexual y las que viven con VIH.
En el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), una de las zonas más inestables del mundo, muchas mujeres se ven obligadas a huir de sus hogares y buscar refugio en lugares donde sus derechos y su salud están en riesgo. Para atender sus necesidades, el proyecto “Respuesta humanitaria multisectorial de atención, prevención y protección del derecho a la salud y a una vida libre de violencias en un contexto de simultaneidad de emergencias sanitarias y de naturalización de la VSyBG” ha ofrecido servicios de salud sexual y reproductiva y de género, así como apoyo psicosocial y legal, a las poblaciones desplazadas y de acogida de Butembo, Nduko y Buyinga.
El proyecto, llevado a cabo por Femmes Engagées pour la Santé Intégrale (FEPSI) y Farmamundi, en consorcio con el Groupe d’Associations de Défense des Droits de l’Homme et de la Paix (GADHOP) y el Collectif de Femmes Journalistes (CFJ), ha tenido un impacto positivo en la vida de 36.414 mujeres, que han podido mejorar su salud, su autonomía y su participación.
Mejor atención y protección
«Gracias al proyecto he reforzado mi capacidad en una serie de áreas, como la importancia de la prevención y el control de infecciones en los hospitales, la atención psicosocial esencial para las personas que viven con VIH, la población desplazada y las supervivientes de violencia sexual, la atención prenatal y postnatal, y la planificación familiar», dice una profesional del centro de salud en Buyinga. En total, 33 profesionales de las tres áreas de salud han participado en las formaciones.
También se ha fortalecido la capacidad de las farmacias de depósito para prestar servicios de salud sexual y reproductiva. «El proyecto nos ha permitido responder mejor a las necesidades sanitarias de las mujeres a las que atendemos. Hemos recibido y podido suministrar medicamentos esenciales y específicos, material médico, pruebas del VIH, productos de planificación familiar, kits de profilaxis postexposición en caso de violación, kits de parto individual y kits de higiene menstrual», afirma el enfermero jefe del centro de salud de Nduko.
En Butembo, las supervivientes de violencia sexual que requieren hospitalización tienen ahora cuatro pabellones privados y confidenciales en el hospital de FEPSI, construidos y equipados en el marco del proyecto, que ha sido financiado por la Generalitat Valenciana. Allí reciben atención médica y apoyo psicológico. También se les acompaña en el proceso de denuncia del caso ante la justicia y a obtener una reparación.
Sensibilización junto al colectivo de mujeres periodistas
El proyecto también ha dado visibilidad a la violencia sexual como violación flagrante de los derechos humanos de las mujeres, a través de 192 programas de radio en cuatro medios de comunicación y la emisión de boletines mensuales producidos por el Colectivo de Mujeres Periodistas. Además, ha reforzado las estrategias de sensibilización de la población sobre salud sexual y reproductiva, planificación familiar y violencia de género.
Una de las repercusiones más destacadas del proyecto ha sido el aumento de hombres que se adhieren a la planificación familiar, lo que refuerza el cambio en las creencias de la comunidad sobre la misma.
Dentro de estas estrategias de sensibilización se encuentra el trabajo en los centros educativos. Así, estudiantes del ITAV en Makasi, del Institut Kambaila en Nduko y del Institut Buyinga recibieron formación sobre masculinidad positiva y género, sexualidad responsable e infecciones de transmisión sexual. Además, quinientos jóvenes acudieron al “Espace Jeunesse pour la promotion de la santé” de FEPSI para solicitar información sobre salud sexual.
Aumento de las denuncias de casos de violencia
La identificación de casos de violencia de género y violencia sexual ha mejorado gracias al seguimiento y la denuncia de casos por parte de los miembros del Comité Local de Derechos Humanos y a la sensibilización de los promotores de salud y los miembros de las unidades de animación comunitaria. La comunidad ha dado un paso adelante, alcanzando un 135% de denuncias más en comparación con el indicador establecido al inicio del programa.
Además, se han realizado informes periódicos sobre las violaciones de derechos de las mujeres y niñas, y se han organizado diferentes jornadas de denuncia y de lucha contra la violencia, en las que han participado autoridades locales. A estas mismas autoridades se les ha hecho entrega de un documento con recomendaciones y peticiones para la protección de los derechos sexuales y reproductivos y la lucha contra la violencia sexual y de género.
El proyecto ha cobrado aún más relevancia en un contexto de aumento de los desplazamientos de población y de las necesidades humanitarias debido a la persistente inseguridad en la zona de intervención y a la reducción de la ayuda internacional asignada a la RDC tras el fin de la epidemia de ébola.