Irak es uno de los países más afectados por las crisis humanitarias en el mundo. Según datos de ACNUR hay más de 1,2 millones de personas desplazadas internas y más de 282.000 refugiadas, la mayoría procedentes de Siria. La violencia, la inseguridad, la pobreza y la falta de servicios básicos dificultan el retorno y la integración de estas personas, que sufren graves consecuencias para su salud física y mental.
Para hacer frente a esta situación Farmamundi y Heevie Health Organisation, con el apoyo de la Generalitat Valenciana, han llevado a cabo un proyecto para reforzar las capacidades locales de respuesta humanitaria en salud, que garanticen servicios de atención primaria culturalmente apropiados, gratuitos, sensibles al género y a la diversidad, con especial atención a la salud mental y el apoyo psicosocial en emergencias para las personas desplazadas. El proyecto se ha desarrollado entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2023, en la zona de retorno de Bouzan, en la gobernación de Ninewa, y en el campo de población desplazada interna de Cham Mishko, en la gobernación de Duhok, en el Kurdistán Iraquí.
Fortalecimiento de los sistemas de salud
El proyecto ha logrado mejorar el acceso a la salud de las 26.958 personas (13.762 mujeres) que viven desplazadas en estas zonas, donde los servicios de salud son escasos o inexistentes. Para ello, se ha trabajado en el fortalecimiento del sistema de salud local, asegurando la continuidad de los servicios de atención primaria, y la coordinación de acciones de vigilancia y prevención epidemiológica.
Tania Montesinos, responsable de Acción Humanitaria de Farmamundi, ha valorado positivamente los resultados del proyecto, que ha beneficiado a miles de personas desplazadas en Irak. «Estamos muy satisfechas con el trabajo realizado, que ha sido posible gracias a la participación de las comunidades locales. Con el esfuerzo coordinado, hemos logrado mejorar la salud y el bienestar de las personas que más lo necesitan, respetando sus derechos, su cultura y su dignidad», ha afirmado.
Montesinos ha destacado algunos de los logros más relevantes del proyecto, como el hecho de que los dos centros de salud de Bouzan y Cham Mishko hayan tenido cero días de ruptura de stock de medicamentos e insumos, lo que ha permitido atender de forma continua y eficaz a las personas con enfermedades transmisibles y no transmisibles.
«Hemos realizado 33.961 atenciones a personas, de las cuales 23.243 son mujeres y niñas, que acceden a tratamientos adecuados a su condición. Esto es muy importante, porque muchas de estas personas tenían dificultades en el acceso a la salud antes del proyecto», ha explicado.
Además, se ha capacitado a 126 miembros del personal sanitario y a trece promotores y promotoras de salud en temas como la vigilancia epidemiológica, salud mental, protocolos sanitarios, autocuidado y enfoque basado en derechos humanos.
Acceso a la planificación familiar
Otro aspecto que ha resaltado Montesinos es el trabajo realizado en materia de salud sexual y reproductiva, que ha contribuido a mejorar la calidad de vida de las mujeres y las adolescentes desplazadas. «Los centros de salud cuentan con cuatro métodos anticonceptivos disponibles culturalmente adaptados, y 23.705 personas han accedido a ellos. Además, hemos realizado 1.750 atenciones prenatales, 683 atenciones postnatales, 398 sesiones de planificación familiar, y 256 mujeres adolescentes han participado en sesiones grupales de planificación familiar en el marco de los grupos de apoyo. Estas acciones son fundamentales para prevenir embarazos no deseados, complicaciones obstétricas o infecciones de transmisión sexual», ha señalado.
Las mujeres y adolescentes han recibido 263 kits de dignidad, que contienen productos de higiene personal y menstrual, como toallas higiénicas, ropa interior y jabón, entre otros. Estos kits tienen el objetivo de ayudar a las mujeres a mantener su salud y su dignidad en situaciones de desplazamiento.
Apoyo psicosocial para la población desplazada
Por último, Montesinos ha hecho hincapié en la importancia de la salud mental y el apoyo psicosocial en emergencias, que ha sido una de las prioridades del proyecto. «Hemos realizado 1.340 atenciones en los servicios de salud mental y apoyo psicosocial, de las cuales 1.060 han sido para mujeres y niñas, que sufren un mayor impacto psicológico por la violencia y el desplazamiento. Además, hemos realizado 415 sesiones de promoción de la salud mental, y hemos organizado actividades de autoayuda y apoyo social, en las que han participado 232 personas. Estas actividades buscan mejorar el bienestar emocional, fomentar la resiliencia y crear redes de apoyo entre las personas desplazadas», ha concluido.
Finalmente, se han realizado 4.016 derivaciones internas y externas a servicios de segundo y tercer nivel, para garantizar una atención integral y oportuna a las personas que lo requieren.
Más apoyo y compromiso de la comunidad internacional
El trabajo de Farmamundi con Heevie en el Kurdistán Iraquí comenzó en 2019, tras el fin de la guerra contra el Estado Islámico. Durante este tiempo, hemos desarrollado cinco proyectos y seis respuestas dentro de los convenios de emergencia que mantenemos con distintas administraciones, con el objetivo de mejorar la situación sanitaria y social de las personas desplazadas. Estas intervenciones han contado con el apoyo financiero de la Generalitat Valenciana, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Comunidad Autónoma de Madrid, la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, la Xunta de Galicia y el Ajuntament de Terrassa, además de las aportaciones de las personas socias y donantes de Farmamundi.
Las líneas de trabajo se han centrado en cuatro ejes principales: el fortalecimiento de los sistemas y los centros de salud en los campos de personas desplazadas internas, el abastecimiento de medicamentos esenciales, la capacitación del personal sanitario y las derivaciones a hospitales de segundo y tercer nivel; la atención integral a la salud de las personas beneficiarias, incluyendo la prevención y el tratamiento de enfermedades transmisibles y no transmisibles, la salud sexual y reproductiva, y la salud mental; la vigilancia epidemiológica y la detección precoz de brotes de enfermedades; y la promoción comunitaria de la salud.
La situación de la población desplazada y retornada en Irak sigue siendo muy precaria. Muchas de estas personas no tienen documentación, lo que les impide ejercer sus derechos. Además, muchas de las infraestructuras del país están destruidas o dañadas por años de conflicto, lo que dificulta la reconstrucción y el retorno. Por todo ello, desde Farmamundi reclamamos más apoyo y compromiso de la comunidad internacional para garantizar la dignidad y el bienestar de las personas desplazadas y retornadas en Irak.
Resultados destacados
- Cero días de ruptura de stock de medicamentos esenciales.
- 126 miembros del personal sanitario y 13 promotores/as de salud han participado en las actividades de capacitación.
- 70 informes semanales de vigilancia epidemiológica, alerta temprana y respuesta.
- 961 atenciones a personas que acceden a tratamientos adecuados.
- 705 personas han accedido a métodos anticonceptivos en los centros de salud.
- 750 atenciones prenatales realizadas, 683 atenciones postnatales, 398 sesiones de planificación familiar.
- 340 atenciones realizadas en los servicios de salud mental y apoyo psicosocial en emergencias.
- 232 personas han participado en las actividades de autoayuda y apoyo social de la comunidad.