Día Internacional del Voluntariado – Conoce la historia de Meman

Día Internacional del Voluntariado – Conoce la historia de Meman

Hay muchas mujeres que son el faro de luz de otras. Las guían por un camino que en muchas ocasiones es complicado, en un nuevo país en el que no hablar el idioma te lo pone más difícil. Meman es una de esas ‘mujeres faro’ que ayuda a otras compañeras. 

Esta maliense de 30 años vive en Valencia desde hace más de cinco años con su marido y sus dos hijos. Ella empezó como participante en el proyecto de Farmamundi ‘Mutilación Genital Femenina: prevención, detección e intervención en el ámbito comunitario, sociosanitario y educativo de la CV’ y luego pasó a ser voluntaria para acompañar a otras mujeres que, como ella en su día, también necesitan apoyo en gestiones burocráticas o para acudir a los servicios sanitarios. Las ayuda con la traducción, les explica qué hacer o dónde deben acudir y también las apoya con gestiones online.

Este proyecto busca mejorar la situación de las niñas y mujeres residentes en el territorio valenciano, que provienen de países o comunidades donde se practican la mutilación genital femenina (MGF). Se realiza a través de la prevención en casos de riesgo y el acompañamiento integral para la atención en la Unidad de Referencia para la cirugía reconstructiva de la Mutilación Genital Femenina de la Comunitat Valenciana. Durante este año 2023, ya han participado en este programa 80 mujeres y 53 niñas. 

 

En el Día Internacional del Voluntariado, 5 de diciembre, hablamos con Meman sobre lo que ha supuesto para ella este voluntariado. 

¿Por qué decidiste ser voluntaria del proyecto? 

Yo admiro mucho a Aminata Soucko, técnica en este proyecto, porque es una gran referente y de gran ayuda para muchas mujeres. Cuando llegué a Valencia yo no hablaba el idioma y como mi marido estaba todo el día trabajando no me podía acompañar a ninguna cita médica ni administrativa. Lo pasé muy mal y me sentía muy sola. Decidí ser voluntaria de este proyecto para acompañar a otras mujeres que también lo necesitan. Es algo que me aporta mucho a nivel personal. 

¿Por qué es tan importante el papel de las voluntarias en el proyecto? 

Porque cuando llegas te sientes muy sola, yo llegué a pensar que era la única mujer africana que vivía aquí. Estaba sola durante todo el día porque mi marido no llegaba hasta por la noche y me sentía muy triste. Las voluntarias somos como la guía a la que siguen otras mujeres, compañeras con las que pueden hablar, comentar lo que les preocupa y sentirse comprendidas. Yo voy con ellas al médico o a hacer tareas administrativas para apoyarlas y que no se sientan tan perdidas. Hay muchas cosas que necesitan y no saben cómo hacerlo o dónde acudir. Cada mujer tiene sus problemáticas y yo las acompaño de manera individualizada en todo lo que necesitan. 

¿Qué te aporta este voluntariado?

Cuando veo que las he ayudado y que han solucionado sus problemas me siento muy bien. Soy la que mejor las entiende porque yo también he pasado por ahí y puedo ponerme en su situación. Hace poco ayudamos a una chica que estaba en situación de calle y le encontramos un lugar en el que poder vivir. Esas cosas me aportan mucho a nivel personal, son un gran aprendizaje. 

¿Cuáles son tus planes de futuro?

Yo en mi país estudié contabilidad, pero al llegar aquí vi que todo era muy diferente y aunque pudiera homologar mi título tendría que volver a empezar de cero en los estudios. Ahora lo que me gusta y me llena es ser mediadora y mi proyecto es estudiar y poder algún día trabajar como tal. 

 

  • Programa subvencionado por la Generalitat Valenciana en la convocatoria de proyectos de acción social con cargo al IRPF.  Gestionado por Farmamundi en coordinación con Red Aminata y en colaboración con el Hospital Universitario Doctor Peset de Valencia. 

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