Activistas por el derecho a la salud afectiva y sexual de las niñas y las mujeres en Malí visitan Valencia

Activistas por el derecho a la salud afectiva y sexual de las niñas y las mujeres en Malí visitan Valencia

A Mariam Keita, Siaka Traoré, Mamadou Fadiala Sissoko y Mariam Sanogo les une el activismo incansable que realizan desde hace años en Malí promoviendo la erradicación de la mutilación genital femenina (MGF). Defensores y defensoras de los derechos de las mujeres y las niñas, se encuentran de visita en la Comunidad Valenciana con el objetivo de sensibilizar a la sociedad valenciana sobre esta realidad.

En la actualidad, más de 230 millones de mujeres y niñas han sufrido esta práctica que atenta contra su salud y sus derechos fundamentales. Si no se actúa con urgencia, se estima que para 2030 habrá 68 millones más. En España viven cerca de 70.000 mujeres procedentes de países donde se practica la MGF, de las cuales más de 18.000 son menores de 14 años, según la Red Estatal Libres de MGF. Una práctica cultural nociva que viola los derechos humanos y que pone en gran riesgo la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas.

Gracias a la financiación de la Generalitat Valenciana hemos podido realizar un proyecto para recibir su visita. Lo hemos denominado ‘Itacasira’, que en bambara, el idioma oficial y el más hablado en Malí, significa ‘tu camino’; es decir, el camino que sigues cuando te mueven las ganas de actuar contra las injusticias sin atender a las críticas. Así es la labor que llevan a cabo las defensoras y defensores de los derechos humanos de las mujeres y las niñas en este país africano, quienes actúan a contracorriente para erradicar la mutilación genital femenina. Estas acciones las realizamos junto a Red Aminata.

En Mali, donde no existe legislación que prohíba la MGF, el contexto social y cultural dificulta enormemente su erradicación. En este país situado en el corazón de África Occidental de 22,5 millones de habitantes, casi ocho millones de niñas y mujeres han sufrido este procedimiento. Pero, aun con el riesgo del estigma social y de su propia vida, estas defensoras y defensores de los derechos de las mujeres desafían la tradición.

Desde Farmamundi trabajamos desde hace años en València acompañando a supervivientes de la mutilación genital femenina. Al mismo tiempo que se realiza el acompañamiento individual a las mujeres, también se lleva a cabo un grupo de educación por el que ya han pasado más de 40 mujeres supervivientes provenientes de países donde se practica la MGF. Este espacio les permite reflexionar sobre su derecho a la salud afectiva y sexual, transformando las ideas que tenían sobre la práctica de la mutilación. Ahora, son ellas quienes se movilizan para sensibilizar e informar a otras mujeres, a sus comunidades, a grupos de estudiantes y a la sociedad en general.  Ellas alzan su voz para prevenir que estas prácticas, tan dañinas y nocivas contra las mujeres y las niñas, sigan existiendo. 

Agenda de encuentros

Las y los defensores se reunirán hasta el 8 de diciembre de 2024 con estudiantes de ramas sociales y sanitarias, técnicos y técnicas de entidades sociales, sanitarias y educativas, y personas con cargos de responsabilidad política, para dar a conocer su trabajo en Malí y el documento construido con las personas residentes en la Comunidad Valenciana. 

–  7 de noviembre – Encuentro de formación con la Unidad de Referencia para la Cirugía de Reconstrucción genital ante la mutilación genital femenina del Hospital Peset.

–  15 de noviembre – Reunión en el Ayuntamiento de Elche con Celia Lastra, edil de Acción Social y Cooperación Internacional al Desarrollo y Caridad Martínez, de la Concejalía de la Mujer. También se llevaron a cabo reuniones con entidades sociales.

–  25 de noviembre – Conversatorio en la Facultad Ciencias Sociales de la Universitat de València (UV).

26 de noviembre– Jornada de formación continuada para Agentes de Salud de Base Comunitaria y personal sanitario. En colaboración con el Centro de Salud Pública de Valencia, el programa MIH Salud gestionado por ACOEC y la Red de Agentes de Salud de Base Comunitaria. 

–  28 de noviembre – Conversatorio con el profesorado del CEIP Profesor Bartolomé Cosio (Orriols). 

–  29 de noviembre – Conversatorio Máster de Cooperación en la Universidad de Alicante.

–  4 de diciembre – Conversatorio en la Facultad de Medicina de la Universitat de València (UV). Enlace ZOOM: https://acortar.link/a9nVaY 

–  5 de diciembre – Conversatorio Máster de Cooperación al Desarrollo (UPV).

 

 Conoce a las defensoras y defensores

  •  Mariam Keita

Mariam es médica de familia y vive en la región de Kayes, concretamente en la ciudad de Kita. Es una mujer musulmana que pertenece a la etnia malinké y anque está profundamente conectada con las costumbres y tradiciones de su comunidad, el sufrimiento de las mujeres de su familia a causa de la MGF la impulsó a luchar contra esta práctica. Durante sus estudios de medicina en la universidad, comprendió que las dificultades que habían enfrentado sus amigas y hermanas -en sus relaciones sexuales, en el parto y el posparto- eran consecuencia directa de haber sufrido la mutilación.

“Necesitamos más apoyos. A veces me siento sola luchando contra algo tan arraigado. Necesitamos una ley que proteja a las mujeres y las niñas. Esto también tiene que dejar de practicarse en los centros médicos”

En la actualidad trabaja en una clínica médica privada de Kita, donde acompaña a mujeres y niñas a enfrentarse a las múltiples formas de violencia como la MGF, los matrimonios forzados y los malos tratos físicos y psicológicos. 

 “Las mujeres tenemos que valorarnos más. Necesitamos saber más sobre nuestro cuerpo, cómo funciona y cómo nos afecta la mutilación. Las mujeres tenemos que saber que es negativo para nosotras y que no debemos mutilar a ninguna niña”

  •  Siaka Traoré

Siaka es un líder social que vive en Bamako, la capital de Malí. Vive en una comunidad mayoritariamente malinké y soninké, y es cofundador de la asociación Sini Sanuman que desde 2002 trabaja por la erradicación de la MGF.

Su abuela y su madre fueron cortadoras en Koulikoro. Creció viendo cómo esta práctica era un ‘oficio’ que se transmitía de generación en generación, y era habitual que las mutilaciones se realizaran en su propia casa. Desde muy pequeño fue testigo de las complicaciones relacionadas con la práctica y se comprometió a hacer todo lo posible para que la mutilación pase a ser cosa del pasado para las niñas y mujeres malienses.  

“Mi lucha se centra en conseguir una ley que prohíba esta práctica, pero es muy difícil porque nos enfrentamos a grandes poderes como son los líderes religiosos. A pesar de ello, hemos logrado que 17 pueblos y 100 cortadoras hayan dejado de practicar la mutilación genital femenina. Tenemos que tener claro que en ningún caso y bajo ninguna circunstancia ni argumento religioso debemos permitir que se mutile a las mujeres”

  • Mamadou Fadiala Sissoko

Mamamodou es un líder social originario de Kita, aunque desde 2018 reside en Bankass, en la región de Bandiagara, debido a tensiones con su familia de origen causadas por su lucha contra las violencias de género, en particular contra la MGF. Bankass, situada en el corazón del país, es una de las zonas más afectadas por el conflicto armado interno causado por grupos radicales, donde se registran numerosos casos de MGF, matrimonios forzados y otras formas de violencia de género.

Su activismo empezó cuando fue testigo de constantes situaciones de violencia contra las mujeres en su familia. Fue entonces cuando entendió que la mutilación también es una forma de ejercer violencia sobre ellas. Otro de los acontecimientos vitales que le dió fuerzas para empezar con el activismo fue la muerte de su sobrina. La niña nació sana, pero semanas después su familia le informó de su fallecimiento. Él empezó a entender que había muerto porque su madre le había practicado la mutilación y esa había sido la causa de su muerte. Este hecho lo llevó a enfrentarse a su familia y a cortar relaciones con ellos. 

Ya en la edad adulta, empezó a sensibilizar a las mujeres a través de su trabajo en una ONG. Ahí fue consciente de que cuando hablaba de la MGF muchas mujeres se unían para conocer más sobre el tema, porque se daban cuenta de que todas habían tenido complicaciones de salud similares y todo derivaba de la mutilación. Normalmente, la mutilación genital femenina es un tema tabú que se oculta, pero las mujeres empezaron a entender lo importante que es que se hable de ello. Mamadou realiza gran parte de su labor de sensibilización a través de redes sociales compartiendo información sobre el tema. 

Actualmente, Mamadou trabaja con la ONG Sahel Eco, que desarrolla proyectos  relacionados con la agricultura ecológica, especialmente enfocados en apoyar a las mujeres. 

“Mi mensaje es para los hombres, porque tienen que saber que las mujeres merecen respeto. Si las mujeres están bien y tienen salud, eso repercutirá de manera positiva también en la vida de los hombres. Debemos parar la mutilación genital femenina”

  • Mariam Sanogo

Mariam es una lideresa social y activista contra la MGF que vive en la región de Kayes, concretamente en la aldea de Kofilabe. Tuvo que abandonar sus estudios de Derecho tras quedarse embarazada sin estar casada, lo que provocó la discriminación y el rechazo de su comunidad. Este difícil contexto la impulsó a conformar, hace tres años, un grupo de mujeres con el objetivo de empoderarlas y trabajar para evitar que sus hijas abandonen los estudios y sean obligadas a casarse, además de enfrentar otras formas de violencia de género, incluida la MGF. 

Su lucha empezó cuando, tras el matrimonio de su hermana, le practicaron la MGF a su sobrina poco después de nacer, lo que casi le cuesta la vida. Posteriormente, Mariam experimentó personalmente las consecuencias de la mutilación genital femenina: su embarazo y parto fueron muy difíciles y tuvo muchas complicaciones para dar a luz y para su recuperación posterior. Así empezó su activismo. 

Actualmente, Mariam se encuentra en proceso de formalizar su asociación “Musso Dambe”. Sin embargo, es importante mencionar que en Malí no se promueven las organizaciones sociales de mujeres, y tienen muchas trabas para poder formalizarse.   

“Necesitamos más personas para que luchemos juntas contra esta práctica. Solas lo tenemos muy difícil”

*Proyecto financiado por la Generalitat Valenciana, en la convocatoria de actuaciones en materia de educación y sensibilización para la ciudadanía global y de acciones de sensibilización sobre activistas en derechos humanos, en el ámbito de la Comunitat Valenciana.  

Con el apoyo de: Red Aminata. 

 

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