Del 6 al 10 de noviembre organizamos un seminario en Uganda con nuestras socias para compartir experiencias, buenas prácticas y desafíos en la atención de situaciones críticas de salud pública de la población afectada por la crisis humanitaria de la República Democrática del Congo (RDC), incluida la violencia sexual basada en género.
De esta reunión estratégica financiada por la Agencia Vasca de Cooperación surgen unas conclusiones que marcarán el futuro de nuestro trabajo por el derecho a la salud tanto de las personas desplazadas internas, como las que se encuentran en Uganda y Kenia, dos de los principales países de acogida.
La RDC vive una de las peores crisis humanitarias del mundo, con más de 5,8 millones de personas desplazadas internamente y más de un millón de refugiadas en países vecinos, según ACNUR. La violencia armada, la inestabilidad política, la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos han provocado una situación de emergencia sanitaria, con brotes de enfermedades como el ébola, el cólera, el sarampión o la covid-19. Las mujeres y las niñas son las más vulnerables ante esta crisis, ya que sufren altos niveles de violencia sexual y de género, tanto por parte de los grupos armados como en el seno de sus propias comunidades.
Ante este contexto, Farmamundi y sus organizaciones socias realizan una estrategia conjunta para garantizar el derecho a la salud y a una vida libre de violencias de la población refugiada, en especial de las mujeres y las niñas congoleñas, tanto en la RDC como en los países de acogida. Entre estas acciones se encuentran la provisión de atención médica, psicológica y legal a las supervivientes, la sensibilización y movilización comunitaria para prevenir y denunciar las violencias, la formación y capacitación de personal sanitario y de otros actores clave, y la incidencia política para exigir el cumplimiento de los derechos humanos y el fin de la impunidad para los agresores.
Un trabajo coordinado y multinivel

El equipo de Acción Humanitaria de Farmamundi se ha reunido en Kampala con representantes de Programme de Promotion des Soins pour la Santé Primaire (PPSSP), Foundation for Health and Social Economic Development Africa (HESED), Emesco Development Foundation y African Humanitarian Action (AHA), y con la facilitación de la Asociación Sanart, para poner en común los desafíos y las estrategias efectivas para mejorar la salud y el ejercicio de los derechos humanos en las crisis de salud pública en RD Congo, Uganda y Kenia.
«Una de las conclusiones fundamentales de este encuentro es la importancia de trabajar en conjunto, superando las barreras idioma y los costes logísticos, para lograr un impacto significativo en la promoción de la equidad y los derechos sexuales y reproductivos», destaca Albert Vañó, técnico de Acción de Humanitaria que asistió a la reunión en Uganda.
Las expertas señalaron la necesidad de abordar la violencia sexual y de género desde un enfoque biopsicosocial y diferencial, garantizando así la protección y el respeto a los derechos humanos. Asimismo, se hizo hincapié en fortalecer la formación en enfoque de género y derechos para todo el personal que trabaja en las organizaciones involucradas, independientemente de su rol.
Según Muruhya Phinees de PPSSP, «el enfoque biopsicosocial nos ayuda a considerar todos los factores que entran en juego cuando queremos garantizar la salud: los biológicos, los psicológicos y los sociales». Mientras que los enfoques de género y de derechos, explica, hacen que puedan identificar las capacidades y las necesidades concretas de los diferentes grupos de población, actuando mejor sobre las causas y consecuencias de las desigualdades y violaciones de derechos que existen en el contexto.

Otra de las estrategias a reforzar es la recogida de datos y el análisis de información para dar visibilidad la situación de salud, permitiendo coordinar y comunicar con otros actores involucrados, y plantear mejores respuestas a las crisis. Yakobo Kahesi, coordinador de proyectos de AHA, explicó la relevancia de las nuevas tecnologías para generar datos en tiempo real que nos ayuden a anticipar las necesidades y a coordinar una respuesta rápida y eficaz ante cualquier emergencia.
Estrategias para prevenir la violencia de género y sexual
Las organizaciones resaltaron la importancia de la coordinación a diferentes niveles, desde las comunidades hasta las autoridades y otros organismos, para abordar de manera efectiva las violencias y garantizar el acceso a la atención y prevención. Además, desde un enfoque centrado en las supervivientes.
Es el caso de HESED y sus estrategias comunitarias para prevenir la violencia sexual y de género. Eunice Ngwawe, directora ejecutiva, cuenta cómo están en permanente contacto con la administración y las personas líderes locales para definir cómo pueden ayudar como garantes de derechos. «Existe lo que llamamos el ‘Proceso de remisión’, que es muy claro y se debe llevar a cabo para que finalmente la superviviente obtenga justicia social. Este proceso indica a las autoridades y servicios implicados cómo intervenir y cómo responder rápidamente cuando llega a su comunidad una superviviente de violencia o cuando se denuncia un caso», explica.

Ngawe también señala que para que la fiscalía lleve a curso una demanda las evidencias tienen que ser claras. Por ello, parte del activismo que realizan con las mujeres y jóvenes consiste en informar de cómo preservar las pruebas durante los casos de violencia. También trabajan con mujeres formadas a las que llaman ‘promotoras de salud’ que se acercan a la comunidad para hablar sobre estos temas y que distingan qué es la violencia de género, qué es la violencia sexual, cómo se produce, cuáles son sus consecuencias y cómo prevenirla a nivel individual, pero también a nivel de grupo.
Este trabajo de sensibilización debe hacerse tanto en la comunidad de origen como en las locales en los casos de Uganda y Kenia para el trabajo de atención y prevención en violencias, pero también para promover la transparencia, la rendición de cuentas y la evaluación. En este sentido, Patrick Sentalo de Emesco Development Foundation señala que «es fundamental incorporar la rendición de cuentas para garantizar el derecho de las comunidades a que su voz sea escuchada e influencie de forma efectiva, en la toma de decisiones».
Principios humanitarios e incidencia política
En línea con los principios humanitarios de humanidad, imparcialidad, independencia y neutralidad, las organizaciones hicieron un llamamiento a velar por el cumplimiento de estos principios y a incluir el enfoque de “no hacer daño” (Do no harm) en todas las acciones emprendidas.
La incidencia política también se destacó como un factor clave para asegurar que los Estados asuman su responsabilidad en la protección de los derechos de salud sexual y reproductiva, así como en la prevención y erradicación de la violencia.
Esta reunión ha sido una oportunidad para reforzar los lazos de colaboración y solidaridad entre las organizaciones, así como para generar un sentimiento de comunidad que enfrenta situaciones complejas y que comparte la misión de acompañar a las mujeres supervivientes desde un enfoque multisectorial.
El encuentro se ha realizado en el marco de la ‘Estrategia Regional para la atención de situaciones críticas de salud pública, incluida la violencia sexual basada en género, de la población afectada por la crisis humanitaria de la República Democrática del Congo’ financiada por la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo, que ha permitido mejorar la calidad y la cobertura de los servicios de salud sexual y reproductiva y de atención integral a las supervivientes de violencia sexual y de género en la RDC y sus países vecinos.
Nuestras socias en la respuesta a la crisis humanitaria en RD Congo
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