No es de extrañar que la crisis sanitaria, económica y social provocada por el Covid-19 haya llevado a pedir un tratado internacional sobre la preparación y la respuesta a las pandemias para hacer frente a ésta y a futuras pandemias. Las limitaciones de la actual gobernanza sanitaria mundial se han hecho evidentes.
Sin embargo, antes de iniciar las negociaciones para un tratado, el primer paso debería ser identificar los aspectos de la preparación y la respuesta a las pandemias que la crisis actual ha revelado que no están funcionando y cómo aprovechar los instrumentos existentes, especialmente el Reglamento Sanitario Internacional (RSI). En otras palabras, ¿cuáles son las principales cuestiones o elementos en los que debería centrarse la negociación de un posible tratado?
Germán Velásquez, presidente de la Cátedra de Farmamundi en la Universidad Complutense de Madrid ‘Derecho a la salud y acceso a medicamentos’ y Asesor especial de política y salud de South Center, analiza algunas de las principales cuestiones que deberían abordarse en un tratado de este tipo si se inicia la negociación, teniendo en cuenta las necesidades de países que están en diferentes niveles de desarrollo y con capacidades dispares para aplicar las obligaciones del tratado.
“El Covid- 19 ha revelado insuficiencias y la necesidad de nuevos enfoques y acciones en muchas áreas para garantizar una respuesta rápida y coordinada a la propagación de la enfermedad en países y regiones que detallamos en este documento”, apunta Velasquez, que en un ejercio de concrececión enumera doce cuestiones que puedes ampliar en le documento adjunto.
12 cuestiones para un nuevo tratado internacional:
- Aumentar la capacidad de laboratorios y vigilancia para identificar las enfermedades de origen zoonótico en todos los países.
- Mejorar las alertas y la comunicación científica independiente, fiable y precisa.
- Desarrollar mecanismos para un intercambio expedito de patógenos, incluidas las muestras biológicas y los datos genómicos, sin perjuicio del reparto equitativo de los beneficios derivados de su utilización.
- Ampliar el uso de las tecnologías digitales para la recopilación y el intercambio de datos, respetando los derechos soberanos de los Estados sobre sus datos sanitarios y su uso.
- Priorizar los esfuerzos de I+D y desarrollar mecanismos de colaboración en la financiación y realización de la investigación científica y trasnacional, así como de ensayos clínicos transparentes e independientes.
- Transparencia en los costes y precios de la I+D.
- Poner a disposición los suministros sanitarios relacionados con la pandemia como bienes públicos globales (sin limitaciones impuestas por la aplicación de los derechos de propiedad intelectual).
- Establecer mecanismos que permitan el acceso abierto a las tecnologías, incluidos los conocimientos técnicos, para ampliar la fabricación local de suministros sanitarios relacionados con la pandemia.
- Coordinar el suministro de vacunas y otros productos sanitarios a todos los países, incluidos los países en desarrollo y menos desarrollados, en función de la igualdad y las necesidades sanitarias.
- Eliminar los obstáculos reglamentarios innecesarios para la entrada en el mercado de los fabricantes de genéricos, estableciendo vías de aprobación reglamentaria abreviadas para agilizar las autorizaciones de comercialización y promoviendo la cooperación entre organismos.
- Adoptar medidas para garantizar la disponibilidad y asequibilidad continuas de suministros y equipos médicos vitales y otros bienes y servicios esenciales para satisfacer las necesidades básicas, de acuerdo con los requisitos nacionales.
- Regular el alcance de las inmunidades legales y las garantías contra la responsabilidad por negligencia, defectos en las prácticas de fabricación o eventos adversos asociados a las vacunas.
Consulta el informe completo aquí