- Un proyecto de Farmamundi Euskadi y su socia local Iamaneh Malí promueve el ejercicio de los Derechos Sexuales y Reproductivos (DDSSRR) y la autonomía económica de mujeres y niñas en comunidades rurales afectadas por el cambio climático y la inestabilidad del país.
- Una jornada celebrada en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Bizkaia ha visibilizado las violencias que impactan sobre la salud de mujeres y niñas en Mali y otros países de la región, que puede verse en nuestro canal de Youtube.
«Una niña casada con 14 o 15 años va a tener un embarazo precoz. Y si el embarazo no tiene un seguimiento adecuado, durante el parto puede haber complicaciones como la fístula obstétrica, o en muchos casos la muerte. En el ámbito de la educación, hay una desescolarización de las niñas, ya que al casarse dejan todo. Es por ello que más del 70% de las mujeres tienen un alto nivel de analfabetismo».
Así describe Dolo Oum Jomele, directora de la Asociación Iamaneh Malí, una de las muchas violencias y discriminaciones que sufren las mujeres y las niñas en Mali, un país que ocupa el puesto 184 de 189 en el índice de desarrollo humano de la ONU. El matrimonio infantil, la Mutilación Genital Femenina (MGF), la violencia doméstica, la violencia sexual o el matrimonio forzado son algunas de las Prácticas Tradicionales Nefastas que enfrentan mujeres y niñas y que tienen graves consecuencias sobre salud, su educación, sus oportunidades de participación en la vida pública y, en definitiva, para el pleno desarrollo de su autonomía.
El conflicto armado y el cambio climático, dos amenazas para los derechos de las mujeres
El deterioro de las condiciones de vida se ha agudizado con la crisis política que vive el país desde 2012, cuando grupos rebeldes tuareg y yihadistas se levantaron contra el gobierno central y tomaron el control del norte del país. Desde entonces se extiende la inseguridad en el país, afectando desproporcionadamente a las vidas de mujeres y niñas, que enfrentan mayor riesgo de padecer todo tipo de violencias.
Dolo Oum Jomele denuncia las graves violaciones de los derechos humanos que se han cometido en el marco del conflicto armado. «La inseguridad política ha tenido muchas consecuencias sobre los derechos. Hemos visto mujeres que han sido violadas, niñas que han sido violadas durante el conflicto en las regiones del norte y centrales de Mali. El acceso a la educación es un derecho de todas. Pero debido a la inseguridad en estas regiones, las escuelas han sido cerradas. Las niñas ya no pueden ir a la escuela. Los centros de salud han sido cerrados, por lo que el acceso a la salud también es un problema».
Asimismo, el contexto del país viene marcado por su vulnerabilidad frente al cambio climático, cuyos principales impactos -la subida de temperaturas y la inestabilidad de los períodos de lluvia- causa sequías, inundaciones, desertificación y pérdida de biodiversidad. Estos fenómenos han impactado negativamente en la agricultura, la principal actividad económica en áreas rurales. El deterioro de los medios de vida y la irregularidad de las cosechas ha generado empobrecimiento y aumento de la inseguridad. Las mujeres y las niñas, responsables del trabajo doméstico, son las más afectadas por esta situación, ya que se ven forzadas a recorrer largas distancias para buscar agua, leña y tierras cultivables, aumentando las horas de trabajo doméstico y el riesgo de padecer violencia sexual.
Un proyecto que apoya los DDSSRR y la autonomía económica de las mujeres
En este contexto, Farmamundi Euskadi y su socia local Iamaneh Malí, con el apoyo financiero de la Diputación Foral de Bizkaia, han puesto en marcha un proyecto para promover el ejercicio de los DDSSRR y la autonomía económica de mujeres y niñas en comunidades rurales afectadas por el cambio climático en la comuna de Sansankidé (en el círculo de Diema, región de Kayes). El proyecto, que comenzó en 2023 y termina en marzo de 2024, tiene como objetivo contribuir a la mejora de la calidad de vida de las mujeres y las niñas, así como a la prevención y la atención de las violencias basadas en género y las prácticas tradicionales nefastas.
Para ello se desarrollan diferentes estrategias. Por una parte, el fortalecimiento de la atención en Salud Sexual y Reproductiva en el Centro de Salud Comunitaria de Sansankidé, rehabilitando infraestructuras y fortaleciendo competencias del personal de salud, mejorando así el tratamiento ambulatorio de la salud sexual y reproductiva y las complicaciones derivadas de la MGF.
Por otra, se desarrolla un componente de promoción de iniciativas económicas para mujeres supervivientes de violencia de género, mediante el fortalecimiento de la producción agrícola a través tecnologías innovadoras frente al cambio climático.
El tercer eje de trabajo fortalece la protección comunitaria de los DDSSRR de mujeres y niñas, mediante el apoyo al funcionamiento de Comités Comunitarios contra las PTN, la realización de una campaña de sensibilización para la erradicación de las prácticas tradicionales nefastas y el trabajo con grupos de hombres para la construcción de relaciones de género no violentas.
Las dificultades de acceso a servicios de salud básicos para mujeres y niñas
El proyecto se ha llevado a cabo con la participación activa de las mujeres y las niñas de la comuna de Sansankidé, que han compartido sus experiencias, necesidades y propuestas.
«No es fácil tener información sobre métodos anticonceptivos. Si su marido no está presente, a la mujer le dará vergüenza pedir información sobre planificación familiar a otra persona. Y si intentas hablarlo con tu pareja, inmediatamente pensará que quieres engañarlo».
Así cuenta Mariame Soucko, participante del grupo de mujeres de la comuna de Sansankidé, las dificultades que tiene para acceder a información y servicios de planificación familiar, esenciales para el ejercicio de los DDSSRR. Según la ONU, el 28% de las mujeres en edad reproductiva en Mali tienen una necesidad insatisfecha de métodos anticonceptivos, y solo el 15% de las mujeres casadas o en unión usan algún método. Entre las consecuencias, se encuentra una alta tasa de fecundidad (6 hijas/os por mujer), un elevado riesgo de mortalidad materna (325 muertes por cada 100.000 nacimientos) y una baja esperanza de vida (59 años).
Tradiciones que vulneran derechos de mujeres y niñas
«Algunas comunidades creen necesario retirar los órganos genitales para que las mujeres puedan convertirse espiritualmente. La gente cree que se trata de una obligación prescrita por el Corán. Sin embargo, el Corán no hace ninguna mención de la ablación sexual femenina. La MGF tiene muchas consecuencias sobre las mujeres y las niñas. Hay complicaciones durante el parto y el embarazo, también hay mucho dolor».
Así explica Hinda Keita, matrona del Centro de Salud Comunitario de Diema, el origen y los efectos de la mutilación genital femenina, una práctica que afecta al 89% de las mujeres y las niñas en Mali, según la ONU. La mutilación genital femenina consiste en la eliminación total o parcial de los órganos genitales externos femeninos por razones culturales, religiosas o sociales, sin ningún beneficio médico. Se trata de una violación de los DDSSRR de las mujeres y las niñas, que sufren graves secuelas físicas, psicológicas y sexuales a lo largo de su vida.
Koura Diallo, agricultora de la comuna de Sansankidé, relata la presión social y familiar que existe para que las mujeres y las niñas se sometan a la MGF, que se considera una forma de controlar su sexualidad. «La escisión es una práctica tradicional en nuestro pueblo. Una niña no circuncidada tendrá una líbido excesiva, por lo que corre el riesgo de perder su virginidad prematuramente, deshonrar a su familia y comprometer sus posibilidades de casarse. Las niñas que no están circuncidadas son consideradas niñas “sucias”, es decir, no son limpias según la religión y la tradición, no tendrán marido, sufrirán burlas».
Como cuenta Koura, las mujeres y las niñas a quienes no se practica la MGF se exponen a la estigmatización, discriminación y rechazo de su comunidad, cercenando sus oportunidades de desarrollo y su autonomía.
Diálogos norte-sur para la defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos de mujeres y niñas
El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Bizkaia ha acogido una Jornada para visibilizar las violencias contra mujeres y niñas en Mali y otros países de la región, las vulneraciones de sus derechos sexuales y reproductivos, y los impactos sobre su salud y oportunidades de desarrollo.
Contó con la reflexión y análisis de defensoras de derechos humanos y profesionales de la salud de países del Norte y del Sur, con experiencia en torno a esta problemática y su abordaje.
En la jornada organizada por Farmamundi en colaboración con el Colegio participaron también Médicos del Mundo, UNICEF y Asociación Benkadi. Puedes volver a verla aquí: https://www.youtube.com/watch?v=GAcZp4YV76o