El pasado jueves, 20 de febrero, Farmamundi organizó una mesa de concertación para la defensa del derecho a la salud afectivo-sexual de las mujeres en la ciudad de Valencia. Se trató de un encuentro interdisciplinar en el marco del proyecto “Género, afectividad y sexualidad: rompiendo mitos y reconociendo derechos desde el apoyo mutuo, la interculturalidad y la ciudadanía global”, financiado por la Generalitat Valenciana.
Este proyecto arrancó en marzo de 2019 con la energía tanto del equipo de Educacón para el Desarrollo de Farmamundi y del equipo dinamizador de Valencia Acoge, como de tres mediadoras interculturales –de origen magrebí, subsahariano y latino-. A través de entrevistas se crearon tres grupos focales con mujeres de distintos países y culturas de origen interesadas en el análisis crítico de la salud afectiva y sexual desde un enfoque basado en derechos humanos, género e interculturalidad. Reflexionamos sobre las desigualdades de género en general y, en particular, en el ámbito de la sexualidad y la afectividad, así como el impacto que estas desigualdades tienen sobre la salud de las mujeres, vulnerando nuestro derecho a la salud afectivo-sexual a través de distintas discriminaciones y violencias -más o menos explícitas-.
De las bibliotecas humanas a programas de radio: las protagonistas son ellas
A partir de este trabajo, realizado desde el cuerpo y la propia experiencia, las mujeres participantes prepararon distintas actividades de sensibilización para hacer llegar las reflexiones realizadas en los grupos a la ciudadanía valenciana en general, y al personal sociosanitario en particular. Para ello, realizaron ‘bibliotecas humanas’ en los Grados de Enfermería, Podología y Trabajo Social de la Universitat de València, así como en Escuela de Enfermería de la Fe. El objetivo es que el futuro personal sociosanitario, como titulares de responsabilidad, incorporen las visiones que las mujeres migrantes de la ciudad de Valencia tienen sobre la sexualidad, la salud afectivo-sexual y la atención que reciben desde los distintos organismos públicos con respecto a este derecho.
Además, también realizaron programas de radio (programa sobre mutilación genital femenina y salud afectiva-sexual en Radio Malva) para compartir las temáticas y reflexiones más significativas surgidas en los grupos con el resto de ciudadanía valenciana, movilizando a otras mujeres a participar en actividades de este tipo y siendo, a su vez, referentes de esta movilización colectiva. Como, por ejemplo, invitando a otras mujeres a participar en la marcha del 25N, Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres. Marcha en la que participaron activamente todas las mujeres del proyecto, desde la preparación de materiales como máscaras, hasta la organización de una performance reivindicativa para la finalización de la marcha.
Paralelamente, se han elaborado entrevistas, tanto a las mujeres participantes, como a profesionales del ámbito académico de rama sociosantiaria, del ámbito de la salud, del tejido asociativo y del activismo valenciano para profundizar en estas cuestiones. Estas entrevistas en profundidad, junto al resto de actividades ejecutadas, han permitido a Farmamundi elaborar un diagnóstico que recoge la información y experiencias más significativas del proyecto sobre la situación actual del derecho a la salud afectivo-sexual de las mujeres migrantes en la ciudad de Valencia.
Qué es una mesa de concertación: éxito de asistencia
Con el objetivo de dar a conocer este diagnóstico y poder trabajar a partir de la realidad que en él se muestra, organizamos la mesa de concertación del pasado jueves 20 de febrero. Una mesa de concertación supone un espacio institucional de intercambio, negociación y concertación de acciones a seguir para la transformación de una realidad social. Así, en esta mesa se convocó tanto a las mujeres protagonistas del proyecto como a personal técnico de entidades sociales y ONGD, personal sanitario, académico y de la administración pública, para trabajar basándose en los principales resultados del diagnóstico unas primeras líneas de actuación que permitan al tejido sociosanitario y administrativo valenciano actuar de una manera más coordinada en la defensa y garantía del derecho a la salud afectivo-sexual.
Durante el periodo de convocatoria, la propuesta resultó muy atractiva a las personas que íbamos invitando, sumándose cada vez más personas interesadas y vinculadas a la defensa de este derecho. Así, nos reunimos un total de 96 personas en las instalaciones cedidas por la Fundació Bancaixa. El éxito de la jornada nos devuelve una información muy valiosa: la existencia de una gran cantidad de profesionales en la ciudad de Valencia sensibilizadas y comprometidas con la defensa del derecho a la salud afectivo-sexual de las mujeres migrantes.
Metodología de la mesa de concertación
En esa sesión presentamos el proyecto, las principales variables del derecho a la salud afectivo-sexual y el modelo teórico utilizado para analizar toda la información proporcionada por las mujeres. A partir de las variables del derecho y los principales resultados, generamos un total de seis mesas compuestas por personas de distintos ámbitos profesionales y de intervención, y utilizamos el modelo piramidal explicativo de Bosch y Ferrer (2013) para analizar todo el proceso de vulneración de este derecho. Conjuntamente se trabajó para incorporar las visiones de las personas participantes en cada mesa y, posteriormente, se prosiguió a compartir en plenaria las principales conclusiones.
Antes de iniciar el proceso de reflexión sobre las acciones que se pueden establecer para mejorar la garantía de este derecho, tuvimos la oportunidad de escuchar la propuesta integral de la Fundación Wassu (UBA), un trabajo que se caracteriza, entre otras muchas cosas, por el respeto cultural con el que se trabaja por la eliminación de la mutilación genital femenina (MGF). Una intervención que permitió aproximaciones con el trabajo realizado en Valencia por la Unidad de Referencia para la Reconstrucción frente a la MGF del Hospital Peset.
Finalmente, se realizaron mesas sectoriales para reflexionar colectivamente sobre qué acciones son necesarias y se pueden poner en marcha desde cada sector o ámbito de actuación para favorecer la garantía de este derecho. Al ponerlas en común, se pudo elaborar un material en el que quedaron recogidas las líneas de actuación generales sugeridas desde el ámbito académico, el ámbito sanitario y de la administración pública, desde el tejido asociativo y ONGD, y desde la posición de titulares de derecho de las mujeres participantes.
El proyecto continúa trabajando por el derecho a la salud afectiva-sexual
Fue una jornada muy emotiva e intensa. Se realizó un trabajo interdisciplinar muy importante para ampliar la mirada que se tiene desde cada ámbito hacia el derecho a la salud afectivo-sexual, una mirada cuyo punto de partida sea la propia experiencia de las mujeres. Un trabajo que permitió tejer redes y poner sobre la mesa diferentes compromisos. Una mesa que permite ampliar el diagnóstico que está elaborando el equipo de Educación para el Desarrollo de Farmamundi y que pronto podrá ser enviado a todas las personas participantes en la mesa y en el proyecto, así como a las personas responsables de las políticas públicas en materia del derecho a la salud afectivo-sexual de las mujeres migrantes de la ciudad de Valencia.
Para concluir este proyecto, realizaremos pronto una jornada de socialización en Orriols, barrio en el que ha acontecido casi la totalidad de las actividades y al que queremos hacer llegar todo el trabajo que las mujeres han realizado y la utilidad que dicho trabajo ha tenido para la reivindicación del derecho a la salud afectivo-sexual de las mujeres migrantes de la ciudad de Valencia.
Ha sido una experiencia increíblemente enriquecedora para el equipo de Farmamundi, pues nos ha permitido acercarnos a las diferentes construcciones socioculturales que coexisten actualmente en la ciudad de Valencia alrededor de la sexualidad, y los impactos semejantes y diferentes que tienen sobre nuestra salud afectiva y sexual. Una experiencia que nos confirma que el sustrato patriarcal genera, para todas las sociedades y culturas, una situación de desigualdad entre hombres y mujeres en todos los aspectos vitales, incluida la sexualidad y afectividad, aunque sus manifestaciones culturales sean diferentes. Una experiencia que nos confirma que los sistemas de opresión no van solos, sino que interseccionan unos con otros. Y, finalmente y más importante, que las mujeres desarrollamos infinitas estrategias para enfrentar dichos sistemas de opresión.