El equipo técnico de Farmamundi se sumerge en una intensa formación sobre la Teoría del Cambio y busca actualizarse metodológicamente para una mejora continua en la gestión de los proyectos. Los instrumentos y marcos conceptuales actuales se quedan cortos a la hora de ayudarnos a entender la complejidad de los procesos de cambio social en los que se insertan nuestras intervenciones. El consultor y facilitador de procesos de cambio y aprendizaje social, Íñigo Retolaza, nos ofrece unas pinceladas de cómo la teoría del cambio debe alimentar nuestra misión.
Complejidad, cambio social y cooperación al desarrollo
Retolaza comparte algunas reflexiones y afirma que debemos “renovar la manera de pensar para poder ubicar mejor los proyectos, para que sean más efectivos, relevantes y apropiados a las necesidades de los sujetos de cambio a los que se dirigen -no los denominemos “beneficiarios de proyecto”, por favor”.
La complejidad en la que vivimos nos muestra la necesidad de abrirse al trabajo multilateral y multiactor. “Ello nos obliga a repensar y descolonizar nuestra relación con nuestras socias en los países con los que trabajamos”, prosigue.
Desarrollo metodológico y mejora continua
El enfoque de pensamiento-acción de Teoría de Cambio permite desarrollar criterios, aplicar distintas técnicas y métodos en distintos aspectos del ciclo de gestión de los proyectos. Mejora el pensamiento estratégico del cuerpo técnico de la organización y cualifica el diseño de los proyectos basados en el Marco Lógico y el pensamiento lineal-cartesiano que lo sostiene. “Invito al personal de Farmamundi a que se relacione con el enfoque compartido no como una receta cerrada y única, sino como un catálogo de ideas, criterios, métodos y técnicas que pueden utilizar de manera más ágil y maleable a la hora de mejorar la gestión de sus programas”, explica Retolaza.
Reflexión estratégica y mirada sistémica
Íñigo Retolaza, con amplia experiencia en este tipo de procesos, explica que el ejercicio formativo contribuyó a crear un espacio-tiempo para la reflexión estratégica en la organización en general; pero sobre todo a nivel de áreas misionales (Cooperación, Acción Humanitaria y Educación). “El equipo agradeció el poder parar, juntarse y reflexionar sobre la realidad que vive el personal a la hora de diseñar y gestionar los distintos proyectos y programas implementados. Es necesario fortalecer la mirada sistémica entre las áreas para desarrollar al máximo el potencial que Farmamundi tiene como organización”.
Diálogo intergeneracional, aprendizaje y cambio organizacional
En la formación hubo varias generaciones de profesionales. Algunas personas mayores y veteranas con largo recorrido en las temáticas tratadas y otras más jóvenes, de distintas nacionalidades, y con menos recorrido profesional pero con unas maneras de trabajar y relacionarse que ya de por sí están marcando el camino a seguir. “La formación abrió un espacio de diálogo entre estas generaciones con un reto de doble vía: los mayores compartiendo poder, abriendo espacio y ayudando a las nuevas generaciones a que tomen el testigo de la organización, y los jóvenes comprometiéndose a mediano-largo plazo con los retos presentes y futuros de la organización”.
Maneras organizacionales y liderazgo colaborativo
La formación arrojó luz en algunas maneras de ver, relacionarse, pensar y hacer, una sensación sentida de generar cambios y de identificar cuáles pueden ser esos espacios de mejora en las formas organizacionales de Farmamundi.
“Uno de los grandes retos que pude percibir fue la necesidad de generar y fortalecer dinámicas colaborativas en los distintos niveles de liderazgo de la organización”. Retolaza apunta que las personas que trabajan juntas aprenden juntas mejor, y las personas que aprenden juntas trabajan juntas mejor. Es así como la organización puede mejorar la eficiencia y efectividad de sus recursos humanos y su impacto en la consecución de los objetivos organizacionales. “Las nuevas generaciones del staff pueden ayudar, si se generan las condiciones para ello, en darle fuerza a la dinámica colaborativa“.
Farmamundi tiene el desafío de profundizar en el uso y aplicación del enfoque en sus proyectos a futuro. “Una acción podría ser instalar una comunidad de práctica/aprendizaje alrededor del enfoque TdC. Personas de distintas áreas que quieran juntarse de manera voluntaria y periódica para compartir experiencias, aprendizajes, aplicaciones concretas, retos y dudas con respecto a la temática. Lo importante es generar las condiciones organizacionales para que surjan (nuevos) liderazgos más acordes a estas propuestas de pensamiento-acción en el campo de la cooperación al desarrollo en el cual se inscribe el accionar institucional de la organización”, concluye Íñigo Retolaza.