“Tejer redes de comunicación y aprendizaje en la comunidad para reivindicar el derecho a la salud”, ese es el papel de la ciudadanía en la garantía del derecho a la salud según una de las participantes en las actividades que desde febrero venimos realizando desde Farmamundi en el marco del plan de sensibilización “Diálogos interculturales entre Kukra River y Valencia en torno a la salud comunitaria. Intercambio de saberes y experiencias desde un enfoque basado en derechos humanos, género e interculturalidad”.
Y ese es el objetivo de este plan de sensibilización, crear espacios de comunicación y reflexión en los que confluyan diferentes agentes de la ciudadanía valenciana y nicaragüense con el fin de promover el intercambio de experiencias y aprendizajes para ampliar nuestro conocimiento en torno a las desigualdades y visibilizar distintas respuestas que, desde la ciudadanía, surgen para reducir esas desigualdades.
Experiencias que han llegado de la mano de algunas de las personas participantes en el proyecto de cooperación internacional al desarrollo en el cual se enmarca el presente plan de sensibilización y que tiene por título “Promoción del derecho a la salud en primera infancia atendiendo las necesidades nutricionales de niñas/os menores de cinco años y el acceso a servicios de salud materno-infancia en comunidades vulnerables del territorio de Kukra River en RACCS, Nicaragua” financiado por la concejalía de Cooperación, Desarrollo y Migración del Ayuntamiento de Valencia.
En cuanto a la garantía del derecho a la salud se refiere, además del género y la condición socioeconómica, encontramos desigualdades que surgen directamente del propio concepto de salud que tienen las personas. De este modo, pertenecer a comunidades indígenas o grupos de población minoritarios puede generar desigualdades en el acceso a los servicios sanitarios que proporcionan las instituciones públicas.
De igual manera, en la ciudad de València también encontramos personas que viven esa misma situación de desigualdad, bien porque su cultura de origen tiene un concepto distinto de la salud, bien porque desconocen el idioma, los códigos culturales o los procedimientos propios del sistema de salud valenciano en el que ahora están inmersos. También sus testimonios han estado presentes en nuestras actividades enriqueciendo y ampliando la visión sobre las desigualdades que se viven en el ámbito de la salud en nuestro territorio.
“La salud debe ayudar a todas las personas aportando a cada cual lo que necesita”, así lo expresó una alumna de Fisioterapia participante en uno de los conversatorios realizado en torno a las desigualdades en salud y la salud comunitaria.
En estos contextos de desigualdad, la salud de base comunitaria ha resultado una respuesta útil y eficaz para ayudar a garantizar el derecho a la salud de toda la población, tanto si se trata de comunidades rurales alejadas de las instituciones oficiales, como en el caso de las comunidades de Nicaragua que participan en el proyecto, como si se trata de la ciudadanía migrante o en riesgo de vulneración social de la ciudad de València.
En este sentido resulta esencial promover una sanidad pública abierta a conocer las necesidades de todas las personas y es ahí donde radica el valor de lo que la salud de base comunitaria puede aportar al derecho a la salud, al ejercer como medio de comunicación entre la ciudadanía, especialmente de aquella en riesgo de vulnerabilidad, y las instituciones de salud.
Para reflexionar y sensibilizar acerca de estos temas y hacer llegar estas experiencias a distintos sectores de la ciudadanía valenciana, desde el pasado mes de febrero se han realizado 3 conversatorios y un curso de formación. En total cerca de 150 personas han participado en estas actividades en las que ha participado tanto alumnado universitario de las ramas sociosanitarias de la Universitat de València y de la Universitat Politècnica de València (fisioterapia, enfermería, máster de cooperación internacional al desarrollo), como personas pertenecientes a diversas asociaciones que trabajan con población migrante en la ciudad de València, como València Acull y ACOEC y representantes de las comunidades participantes en el proyecto de cooperación internacional de Nicaragua.
Jornada abierta por la salud comunitaria
Para concluir las actividades de este Plan de Sensibilización, el próximo 15 de noviembre se realizará un último conversatorio en formato mixto, en presencial desde el aula Magna de la Facultad de Enfermería y Podología de la Universitat de València, y a través de este para aquellas personas que quieran conectarse desde casa o desde el aula.
En esta ocasión, sumaremos a las experiencias de salud comunitaria de València y Nicaragua, la que se lleva a cabo en República Democrática del Congo, donde la asociación FEPSI (Femmes Engagées pour la Promotion de la Santé Intégrale) trabaja desde hace 21 años con mujeres supervivientes de violencia sexual como arma de guerra. Para ello contaremos con la presencia de su presidenta, Mama Marie, y del delegado de Farmamundi en Nicaragua, Carlos Berrios.
¡Os esperamos en este nuevo encuentro para continuar compartiendo y reflexionando sobre el derecho a la salud!