En Mozambique, donde el 46% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, iniciamos la asistencia alimentaria a la población desplazada interna a causa de la crisis humanitaria en Cabo Delgado. Gracias al convenio de emergencias que mantenemos con la Xunta de Galicia, hay en marcha tres intervenciones más en Palestina, Uganda y República Democrática del Congo en las que participan 3.700 personas, la mayoría mujeres y menores.
“La dotación de alimentos se va realizar en seis distritos de la provincia de Niassa, en el norte de Mozambique, concretamente en Lichinga, Sanga, Majune, Ngauma, Mandimba y Cuamba y gracias al apoyo de nuestra socia local United Purpose y el Consejo Cristiano de Mozambique”, explica Tania Montesinos, responsable de Acción Humanitaria de Farmamundi.
Desde 2017, se ha producido un alarmante éxodo de más de medio millón de personas en Cabo Delgado, la provincia septentrional de Mozambique, conocida por sus abundantes recursos minerales y de gas. Este desplazamiento masivo, de mujeres y menores principalmente, ha sido provocado por una insurrección marcada por la convergencia de grupos terroristas yihadistas islámicos; las disputas por las tierras donde se produce la extracción de minerales y la influencia del crimen organizado para el tráfico ilegal de personas, drogas y materiales preciosos, entre otras razones.
Catástrofe alimentaria en Palestina
En Palestina, se está llevando a cabo el reparto de alimentos y kits de higiene en el campo de personas refugiadas de Nur Shams, en Tulakrem, Cisjordania, ante la situación de emergencia nutricional y sanitaria de la población en un contexto de ocupación y conflicto armado que dura ya más de siete meses y donde más de 35.000 personas han sido asesinadas. “Actualmente en Palestina más de un millón de personas se encuentran en situación catastrófica de hambruna y el 100% de la población no tiene suficiente comida para alimentarse. Junto al Comité Popular para los Servicios del Campo de personas refugiadas de Nur vamos a facilitar kits nutricionales y kits de higiene”, apunta Montesinos.
Medicamentos para Adjumani
Con el apoyo de la Xunta de Galicia también se ha iniciado una intervención de asistencia sociosanitaria a la población en Uganda para aumentar la cobertura de los servicios sanitarios esenciales, con especial atención a las mujeres refugiadas y vulnerables ante la violencia sexual y la violencia basada en género y con el apoyo de nuestra socia local Emesco Development Foundation.
“En el asentamiento de Adjumani, se ha llevado a cabo la dotación de medicamentos, material sanitario, kits de higiene menstrual y mosquiteras”, prosigue Montesinos, que detalla que todos los artículos se compran en el mercado local. “Se están repartiendo también Insumos agrícolas y semillas (hortalizas, cereales y tubérculos) y herramientas agrícolas para permitir que la población tenga acceso a una nutrición diversificada. Cada hogar recibe semillas de cebolla, col, tomate, lechuga, judías, y productos alimentarios y no alimentarios, como harina, judías, aceite, sal y pastillas de jabón, entre otros enseres”.
Promoción de la salud de la población desplazada en Kirotshe
Por último, en República Democrática del Congo (RDC), en la Provincia de Kivu Norte, se ha iniciado una intervención para proteger y promover la salud de la población desplazada interna y más vulnerable afectada por la escalada de violencia del M23 en la zona de Salud de Kirotshe.
Junto a Programme de Promotion des Soins de Santé Primaires se ha fortalecido la capacidad de respuesta y prevención del sistema sanitario local en Kirotshe para satisfacer las necesidades de las poblaciones más vulnerables (violencia contra las mujeres, mujeres embarazadas, niños menores de 5 años) afectadas por el desplazamiento forzado.
Incluye también el apoyo nutricional y sanitario de emergencia para personas vulnerables y desplazadas en los 2 centros sanitarios de Kirotshe y sus alrededores. “Los servicios prestados incluyen atención a enfermedades transmisibles y no transmisibles, servicios de salud sexual y reproductiva (salud materna, infantil y obstétrica, atención ginecológica, planificación familiar, etc.), servicios de asesoramiento para mujeres que han sobrevivido a la violencia sexual y educación sanitaria”, concluye Montesinos.