Dos grupos de mujeres se suben al escenario con nervios y emoción en la Biblioteca Municipal de Algemesí. Llevan semanas trabajando para representar unas piezas de teatro a través de las cuales comparten sus reflexiones y experiencias como mujeres diversas que enfrentan situaciones de discriminación, aislamiento y exclusión social. Un grupo de mujeres autóctonas y migrantes con diversos orígenes culturales y étnicos: mujeres gitanas, magrebíes y payas, algunas con diagnósticos en salud mental y otras cuidadoras de personas dependientes. Todas ellas comparten vivir en la comarca de la Ribera Alta, un territorio rural con matices urbanos. Son mujeres que se encuentran para conocerse, reconocerse y caminar juntas dentro de una iniciativa que apoya la Generalitat Valenciana. Te lo contamos en este artículo.
Durante varios meses, las mujeres se han reunido en dos grupos diferentes en Carcaixent y Algemesí, donde han protagonizado encuentros de construcción colectiva de conocimiento y han dialogado desde sus vivencias sobre el derecho a la salud, el cuidado de la vida y el apoyo mutuo.
Juntas han analizado críticamente los temas que van a representar en sus obras: los roles de género, el peso de los cuidados y cargas domésticas, el racismo, la violencia institucional, la soledad y el aislamiento no deseado, los estigmas y los prejuicios relacionados con la salud mental y la dificultad para encontrar espacios seguros donde expresar sus sentimientos (en sociedad y en sus propias familias).
Teatro para promover el diálogo intercultural
Las escenas representadas recogen y visibilizan las opresiones que viven individual y colectivamente estas mujeres en su día a día, en sus casas, en la calle, en las consultas médicas… Tras una primera representación, se repiten algunas de las escenas invitando a las espectadoras a parar la representación, sustituir a las mujeres en el escenario, y proponer soluciones alternativas que rompan con las discriminaciones puestas en escena. Así es como se promueve el debate colectivo.
En el público está otro grupo de mujeres del territorio: las que son activistas y conforman diversas asociaciones en la comarca, son feministas y defensoras de los derechos de las mujeres y de la tierra. Estas activistas cierran el encuentro con un ejercicio colectivo donde visualizan la relación de las mujeres con el territorio e identifican juntas las iniciativas de mujeres que existen y los espacios que generan bienestar en la comarca de la Ribera Alta. Tras el verano seguirán trabajando juntas para reflexionar en este diálogo intercultural sobre las barreras de acceso para todas las mujeres, sin importar su origen nacional, cultural y étnico.
«Estamos muy orgullosas del trabajo que hemos realizado, y valoramos el proceso que hemos vivido juntas de la mano de Farmamundi. Hemos encontrado una red de apoyo mutuo, de respeto, que te sube la autoestima», dice Patricia. Vicen añade: «Todas nos hemos mostrado como somos y hemos encontrado muchos puntos en común dentro de nuestra diversidad. Normalmente no nos damos la oportunidad de conocer a las mujeres que vienen de fuera, y es un error, porque todas somos iguales».
En el ámbito rural, es más difícil establecer conexiones y relacionarse entre mujeres, especialmente entre mujeres pertenecientes a diferentes colectivos. Por eso es importante visibilizar sus realidades y crear espacios donde puedan expresarse libremente y encontrar apoyo. Este encuentro genera redes de mujeres que pueden ser clave para mejorar su calidad de vida y su salud.
Mujeres defensoras de la tierra y la salud
Estos tres grupos de mujeres son parte de las protagonistas del proyecto “Mujeres defensoras de la tierra y la salud. Tejiendo redes para la transformación social y la puesta en valor del territorio rural valenciano”, financiado por la Conselleria de Participació, Transparència, Cooperació i Qualitat Democràtica de la Generalitat Valenciana. Este proyecto de Farmamundi busca incrementar la participación social de las mujeres del ámbito rural, en concreto de la comarca de la Ribera Alta, para la defensa del derecho a la salud, el cuidado de la vida y el apoyo mutuo.
“Mujeres defensoras de la tierra y la salud” es un ejemplo de cómo la educación para el desarrollo y la ciudadanía global puede contribuir a generar cambios en las estructuras sociales, desde su base. Pone el foco en las mujeres como agentes de transformación y reconoce su papel fundamental en el cuidado de la vida y la defensa de sus derechos. Tejer redes entre mujeres de diferentes orígenes y colectivos fomenta la diversidad, la solidaridad y el respeto. Visibilizar sus problemáticas y reivindicaciones, permite cuestionar las desigualdades y las injusticias que las afectan. Crear espacios de participación y diálogo, generan las ganas de alzar su voz y potenciar su capacidad de incidencia en el entorno.
¡Gracias por caminar juntas!
Desde el equipo de Farmamundi, queremos agradecer a los espacios que nos han abierto sus puertas para realizar los talleres y el evento. A la Fundación Manantial de Carcaixent, al Centro de Participación Ciudadana y la Biblioteca Municipal de Algemesí. Agradecemos al Projecte RIU, las Concejalas de Igualdad y agentes de igualdad de Algemesí, Carcaixent y Manuel que, desde la identificación del proyecto, han apoyado esta iniciativa. A Lidia y Araceli por su trabajo entre bastidores y arriba del escenario. A todas las mujeres participantes que nos han acogido en sus vidas…
Y a las asociaciones de mujeres presentes en el territorio que se han comprometido con este trabajo: L’Eixam de Algemesí; Veu Feminista y L’Escamot de Carcaixent; La Colectiva de Mujeres Refugiadas, Exiliadas y Migradas de L’Enova; y Dones amb Mirada Lila de Manuel.