Farmamundi activa junto a la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (AECID) un convenio de emergencia para garantizar el acceso a los servicios gratuitos de Atención Primaria en Salud a la población desplazada interna por el conflicto en el norte de Etiopía. Junto a African Humanitarian Action (AHA), vamos a dotar de medicamentos y suministros médicos a los centros de salud de Ewa y Chifera, en la región de Afar. También se priorizará la formación de 40 profesionales sanitarios centrada en la atención clínica a supervivientes de violencia sexual y de género y su atención psicosocial, que va a mejorar la calidad de vida de más de 15.500 personas.
“Además del suministro de medicamentos esenciales, material médico, equipos médicos y mobiliario, vamos a repartir kits de dignidad y específicos de Salud Sexual Reproductiva a mujeres, así como priorizar la formación de personal sanitario centrada en la atención clínica a supervivientes de violencia sexual y de género. Estas acciones van destinadas a los grupos más vulnerables, como mujeres, niñas y niños con malnutrición, adultos mayores, personas con diversidad funcional o mujeres que viven con VIH debido a las agresiones sexuales, infección que pasan a sus hijos e hijas sin recibir la atención adecuada. Un total de 15.500 personas accederán a los servicios de Atención Primaria de los distritos de Ewa y Chifera”, cuenta la responsable de Acción Humanitaria y Emergencias de Farmamundi, Tania Montesinos.
Ayuda humanitaria urgente
Según el informe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) del 18 de noviembre de 2021, 8 millones de personas en el norte de Etiopía necesitan ayuda humanitaria. En Afar, donde se desarrolla la iniciativa, es una de las tres regiones directamente afectadas por la guerra, con más de 1,3 millones de personas afectadas y varios cientos de miles de personas más desplazadas. Esta región además ha sufrido repetidas catástrofes (langosta del desierto, sequía, inundaciones, conflictos intercomunitarios, etc.) en los últimos años, lo que ha creado una compleja crisis humanitaria. “Un total de 33 hospitales, 330 centros de salud y 1.327 puestos de salud se han visto afectados por el conflicto. También 127 ambulancias han sido objeto de vandalismo y/o saqueo”, afirma Montesinos.
Las necesidades prioritarias de la población desplazada son el acceso a alimentos, el agua, el refugio de emergencia, los artículos no alimentarios, los servicios de atención sanitaria, la nutrición, la protección, incluida la reunificación con los familiares desaparecidos, y las oportunidades de subsistencia. “Un examen de malnutrición realizado en 38 woredas o distritos de Afar ha revelado una alarmante tasa de desnutrición aguda de casi el 28%”, informa Montesinos.
La propuesta con AECID se ha nutrido del “Plan de Restauración de las Instalaciones Sanitarias en las Zonas Afectadas por el Conflicto“, que pretende abordar las necesidades de asistencia sanitaria en un enfoque gradual en el que los primeros nueve meses se dedican a garantizar el restablecimiento de los servicios sanitarios esenciales. Por ello, y entre otras acciones, se va a llevar a cabo:
- La adquisición y suministro de medicamentos esenciales, material médico, equipos médicos y mobiliario para dos estructuras de salud de las woredas de Ewa y Chifera, tras una evaluación previa de necesidades y siguiendo la lista preparada por el Ministerio de Sanidad etíope. Las adquisiciones se realizan a nivel central en Addis Abeba, y con el apoyo de la Emergency preparedness and disaster risk management (EPDRM) para garantizar que los insumos lleguen de forma segura y efectiva. Montesinos explica que “está prevista la adquisición de mesas para el tratamiento interno y ambulatorio de pacientes, sillas para las zonas de espera y los diferentes departamentos, el laboratorio, la sala de tarjetas y las estanterías de la farmacia, etc., que están dañados o han sido saqueados”.
- El suministro de medicamentos e insumos sanitarios específicos de Salud Sexual Reproductiva, con kits de alumbramiento para garantizar los partos seguros, kit SONU (Obstétricos de urgencia) y Kit PEP (Profilaxis Post-Exposición). También kits de dignidad, adaptados al género y la edad, para asegurar el acceso de mujeres y adolescentes a la salud menstrual y reducir la incidencia de infecciones relacionadas con la salud sexual y reproductiva. Desde las unidades de maternidad se repartirán kits de higiene entre 300 mujeres y adolescentes desplazadas que incluyen artículos de higiene menstrual y charlas de sensibilización sobre la violencia de género y sus diferentes tipologías, con el fin de prevenir y detectar el mayor número posible de casos.
- Y formación de personal sanitario centrada en la atención clínica a supervivientes de violencia sexual y de género, su atención psicosocial y la derivación. En total, se formará a 40 personas, 10 por cada centro, enfocadas en el apoyo psicosocial a la población afectada por la crisis y en la atención a mujeres supervivientes de violencia basada en género y la identificación de casos de abuso emocional y/o físico.
“La región ya cuenta con un sistema de derivación establecido en marcha, aunque afectado por el conflicto, ya que las ambulancias son el blanco de los ataques. Junto al equipo de AHA queremos garantizar que el personal de atención primaria detecte qué casos necesitan la atención de profesionales médicos de alto nivel. Los casos más graves serán referenciados al Hospital Regional de Dufti, especializado en la atención en salud sexual y reproductiva”, concluye Tania Montesinos.