Farmamundi y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) activan el convenio de emergencia que mantienen para garantizar el acceso a los servicios gratuitos de atención primaria en salud y de salud sexual y reproductiva de más 8.200 personas en Kamango, situada en la provincia de Kivu Norte, en la República Democrática del Congo (RDC). La iniciativa contempla el abastecimiento con medicamentos esenciales genéricos, específicos de salud sexual y reproductiva, kits de apoyo nutricional, campañas de sensibilización comunitaria y formación específica al personal sanitario en atención de urgencia a mujeres supervivientes de violencia sexual.
En Kamango cerca de 100.000 personas se han visto forzadas por el conflicto armado a abandonar sus viviendas y a desplazarse hacia la frontera con Uganda, todo ello en un contexto de crisis humanitaria que incluye, además del conflicto armado, una epidemia de rubeola y la propagación del virus del ébola en el país, tras la declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la emergencia internacional en RDC. De las 2.512 personas enfermas diagnosticadas, desde que se inició este brote, han muerto 1.676, incluidos 40 trabajadores sanitarios.
Falta de infraestructuras y desabastecimiento en RD Congo
Las estructuras sanitarias de Luanoli y Kamanzara, donde se centrará la intervención de emergencia, padecen importantes carencias en materia de infraestructura, equipamiento, insumos y personal, lo que compromete la disponibilidad y calidad de los servicios mínimos para garantizar la cobertura de atención primaria en salud.
A ello se suma el desabastecimiento recurrente de medicamentos e insumos sanitarios. “Al déficit estructural de financiación que padece el país en su conjunto y más concretamente la provincia de Kivu Norte, hay que añadir que las zonas receptoras de población desplazada se han visto saturadas e incapaces de abordar las necesidades sanitarias de una población afectada por altas tasas de violencia armada, física y sexual y la elevada precariedad de las condiciones de habitabilidad e higiene básica. Un indicador revelador de este déficit es la disponibilidad de camas hospitalarias por habitante: una para cada mil”, explica la responsable de Acción Humanitaria de Farmamundi, Tania Montesinos.
Un problema añadido es la falta de personal y su escasa especialización. El diagnóstico revela que el 50,5% del personal sanitario no tiene la cualificación necesaria para el ejercicio de sus funciones, sobre todo en salud sexual y reproductiva y la atención en emergencias, dada la situación de emergencia humanitaria. “Se añaden las dificultades asociadas al clima de violencia y de inseguridad que ha provocado el cierre de centros sanitarios en los momentos de mayor tensión y repuntes de violencia ante el temor de ser víctimas de ataques y pillajes, así como el traslado del Hospital General de Referencia de Kamango hacia Kahondo”, prosigue Montesinos.
Asimismo, a pesar del incremento en los flujos de llegada de población desplazada interna, “no existen servicios de apoyo específicos para el tratamiento de las afecciones tanto físicas como psicológicas más prevalentes entre la población desplazada que tienen que ver con la violencia y la dureza de las condiciones de huida desde sus comunidades de origen, con una débil cobertura sanitaria que no supera el 21%”, concluye Montesinos.
En este contexto altamente vulnerable, la intervención de urgencia iniciada este mes de julio en las áreas de salud de Luanoli y Kamanzara se centrará en la defensa de los derechos de las mujeres. Además:
• Abastecimiento a las estructuras de salud de Luanoli y Kamanzara con medicamentos esenciales genéricos, específicos de salud sexual y reproductiva, como kits de alumbramiento para garantizar los partos seguros, y kits de apoyo nutricional, especialmente a menores de cinco años, mujeres embarazadas y lactantes, y según los listados de necesidades compartidos por la zona de salud de Kamango.
• Refuerzo de la atención primaria en salud integral, incluyendo los servicios de salud sexual y reproductiva, consultas del seguimiento prenatal y posnatal, atención obstétrica y atención de urgencia a mujeres sobrevivientes de violencia sexual.
• Campañas de sensibilización comunitaria de promoción en salud, para difundir entre la población mensajes de prevención y estrategias de autocuidado para la reducción de la incidencia de enfermedades prevalentes en la zona, como el ébola, rubeola, malaria o la malnutrición.
• Formación de personal sanitario y consejeras comunitarias. Un total de ocho personas en atención de urgencia a mujeres supervivientes de violencia sexual. Se realizarán cuatro sesiones para abordar cuestiones relacionadas con el manejo clínico de los casos de violencia sexual, la socialización de los protocolos para asegurar la atención integral de las supervivientes y estrategias para la atención psicosocial y el asesoramiento a estas mujeres identificadas por las consejeras.
• Puesta en marcha de una campaña de promoción de los derechos de las mujeres y niñas y de la sexualidad responsable entre sectores comunitarios. Dirigida a la población en general y a líderes tradicionales para promover la implicación y compromiso comunitario con los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y niñas y prevenir la violencia sexual y la violencia basada en género.