Pensar, sentir, actuar: componentes claves de la experiencia compartida con alumnado y profesorado de la Facultad de Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos de Gijón, en el marco del proyecto “Reflexión y acción en materia de derechos humanos, salud global y equidad de género en la comunidad universitaria asturiana a través de la videocreación, el teatro social y el AySS”, desarrollado gracias a la colaboración de la Universidad de Oviedo, al apoyo de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo y a la implicación de todas las personas y colectivos participantes que lo han hecho posible.
Como punto de partida, una semana antes del 8M, realizamos un taller de teatro social facilitado por Ana Ara y Bea Huber, del Colectivo de Mujeres de Matagalpa, que supuso, en palabras del alumnado participante “un espacio de respeto, liberación, paz, complicidad, comodidad, confianza, seguridad…“. La conexión entre nosotras nos llevó a reflexionar desde lo subjetivo y lo colectivo sobre la violencia y la opresión como manifestaciones de una sociedad patriarcal, colonialista/imperialista y capitalista, así como sobre alternativas posibles y deseables para afrontarlas desde la autodeterminación, el feminismo y el decrecimiento, reconociéndonos, construyendo juntas y celebrando la diversidad.
Actividades realizadas para reflexionar sobre salud y género
A continuación, se abre el proceso a la participación de otras compañeras y compañeros con una jornada sobre ciudadanía, salud y equidad de género, en la que abordamos los Objetivos de Desarrollo Sostenible centrándonos en los conceptos de salud y equidad de género, desde un enfoque basado en Derechos Humanos. Del material utilizado destacamos la exposición fotográfica “Género y salud global-local” creada por alumnado de la misma Facultad en el anterior curso académico, como fruto del proceso de Aprendizaje-Servicio (ApS) llevado a cabo en el marco del proyecto al que damos continuidad.
Mostraron mucha unidad, contagiaron entusiasmo, es gratificante ver estas cosas en la universidad”, declaró un asistente a la sesión de teatro en calle.
Precisamente, para una mayor comprensión de la propuesta metodológica en la que se fundamenta también el proyecto en ejecución, realizamos a continuación un taller de ApS, dinamizado por Sonia Segarra. Desde su motivadora y variada experiencia, esta integrante del Grupo Promotor de ApS Asturias nos traslada claves y prácticas significativas en una sesión teórico-práctica, en la que el alumnado identificó necesidades sociales, aprendizajes de interés y posibles servicios vinculados a la promoción de derechos humanos, con especial mirada a la salud con inclusión de género.
Posteriormente, llevamos a cabo un taller de videocreación en materia de ciudadanía crítica, salud global y género que se plantea con el objetivo de “constituir una herramienta para todas aquellas personas que quieran introducirse en el mundo de la creación audiovisual como instrumento de comunicación para la transformación social”, como señala Rob Loren. De la mano de este artista multidisciplinar y de Pensar Consulting, se analizan los elementos que conforman el proceso de comunicación y se abordan las etapas para el desarrollo de proyectos de creación audiovisual (desde la ideación, pasando por la producción, realización, montaje-edición, hasta su presentación).
En el desarrollo de la actividad práctica propuesta, el propio alumnado identificó diferentes problemáticas en el ámbito de la salud desde perspectiva de género, tales como: mujeres sin hogar, migrantes embarazadas, depresión en las mujeres, exclusión, tabús sobre la menstruación, inequidades en la libertad sexual, violencia sobre mujeres mayores, sobrecarga física y emocional, uso de anticonceptivos… Cuestiones sobre las que el alumnado va profundizando, en equipo y de forma autónoma, con la búsqueda de información, la comprensión de las realidades a representar, la empatía con las protagonistas de sus relatos audiovisuales o la puesta en común en el aula.
Resultados del aprendizaje y servicio con la Facultad Jovellanos de Gijón
De los resultados visibles del proceso de Aprendizaje-Servicio puesto en marcha, destacamos:
Acto de teatro de calle escenificado en la Laboral Ciudad de la Cultura
Esta puesta en escena junto a las compañeras del Colectivo de Mujeres de Matagalpa, culminó con un intercambio con el público, que se sumó a la acción ofreciendo sus impresiones: “Me emocionaron mucho los gestos, es importante mostrar los derechos de las mujeres”. “Mostraron mucha unidad, contagiaron entusiasmo, es gratificante ver estas cosas en la universidad”. “Me han emocionado, es bonito ver la solidaridad entre mujeres”. “Me ha sorprendido la emocionante unión de mujeres de diversas culturas, me siento agradecido”.
Diez píldoras audiovisuales creadas por el alumnado
Visibilizan las desiguales condiciones en salud por razón de sexo, edad, posición económica, identidad de género, situación del país de origen, cultura… Denuncian situaciones y abren a la reflexión con el común objetivo de sumar para caminar juntas hacia una mayor corresponsabilidad y justicia social.
Implicación y testimonios de las profesoras involucradas
La implicación del profesorado ha sido clave para el éxito de las actividades realizadas hasta ahora. “Acercan al alumnado a situaciones reales a las que tienen que buscar alternativas, esto sitúa en ellos el proceso de aprendizaje y les ayuda a desarrollar capacidades que no siempre son valoradas en la universidad y que refuerzan su autoestima tanto como la conciencia de la complejidad de diferentes problemas sociales; también pueden adquirir capacidades nuevas como la expresión de ideas, sentimientos y emociones en entornos más horizontales, ampliar sus relaciones, superar limitaciones en las relaciones con otros, adquirir conciencia de los propios prejuicios y estereotipos, etc“, afirma la profesora Consuelo Rodríguez Barreiro, quien ha facilitado la puesta en marcha de este proyecto en la Universidad de Oviedo. “Por otra parte, este tipo de proyectos contribuyen al desarrollo de la Responsabilidad Social Universitaria, generan sinergias entre las organizaciones sociales y la Universidad, aumentan la conciencia y la necesidad del compromiso social del alumnado y permiten explorar métodos docentes innovadores y valorar su utilidad para el aprendizaje ético y técnico-profesional“.
Por otra parte, Vanesa Rodríguez Álvarez, profesora implicada en el proyecto, añade: “Considero muy importante el contacto entre los estudiantes y la realidad social (más aún en el caso de los estudiantes de Trabajo Social). Este tipo de actividades favorecen el aprendizaje de los estudiantes y facilitan el desarrollo de una visión transversal de la sociedad necesaria para el análisis y la acción“. Ante el planteamiento de qué pueden aportar este tipo de iniciativas y/o colaboraciones en el marco de la educación universitaria, ella lo tiene muy claro: “Considero que son un muy buen complemento, puesto que favorecen el aprendizaje y el desarrollo de capacidades de una forma distinta a la utilizada en la universidad. Por un lado, inciden en el desarrollo de la ‘inteligencia emocional’ de los alumnos y, por otro, les permiten tener una visión global de los conocimientos adquiridos a lo largo del Grado y cómo estos les pueden servir como herramienta para enfrentarse a distintas realidades sociales, además de ser capaces de identificar sus propias limitaciones y buscar formas de subsanarlas“.
El cierre del proyecto tendrá lugar en la Facultad Jovellanos a inicios del nuevo curso académico 2019-2020, con una jornada sobre derecho a la salud y ciudadanía global crítica, abierta a las personas interesadas, en la que se presentarán las principales experiencias y resultados del proyecto. Informaremos de los detalles.
Estamos muy agradecidas por la implicación y compromiso del alumnado, profesorado y asociaciones y entidades colaboradoras, así como por los aprendizajes y servicios fruto de esta experiencia.
Noa Rodríguez
Técnica de Educación para el Desarrollo en Farmamundi