Opinión | “Rompiendo tabúes y construyendo nuestra salud sexual y reproductiva como un derecho”

Opinión | “Rompiendo tabúes y construyendo nuestra salud sexual y reproductiva como un derecho”

  • Nuestra compañera de Farmamundi en Valencia, Irene Moreno Ortolà, responsable del proyecto “Construyendo Ciudadanía Global Crítica con el Derecho a la Salud Afectiva y Sexual: reconociendo, ejerciendo y reivindicando una salud integral a través de la movilización colectiva”, nos comparte en primera persona esta enriquecedora experiencia y algunos testimonios de las participantes.
  • El proyecto, financiado por la Generalitat Valenciana, es una iniciativa orientada a promover el derecho a la salud afectivo-sexual desde un enfoque de género, interculturalidad y derechos humanos de mujeres migrantes del barrio de Orriols (València).

Desde el  pasado mes de noviembre Farmamundi, València Acull y Red Aminata estamos colaborando con mujeres de origen asiático, latino, subsahariano y magrebí en la defensa de su derecho a la salud afectiva y sexual. Un grupo de mujeres diversas, fuertes y valientes que se permiten narrar sus historias de vida, sus heridas y resistencias, para la creación de un relato común que trascienda los límites del grupo, y construya caminos de transformación social.

“Soy una mujer fuerte porque superé todas las adversidades, resurgí desde las cenizas, me reinventé y soy mi mayor proyecto de vida”. Nos cuenta una de las participantes.

dasA pesar de las dificultades que la pandemia por COVID-19 ha generado en la población migrante en general, y en las mujeres migrantes en particular, 15 mujeres se han mantenido activas durante 7 meses y 20 sesiones grupales que han tenido lugar en la Federación Unión Africana España. Un recorrido intenso en el que nos hemos mirado a los ojos y nos hemos acompañado en nuestras vivencias diarias. Ha supuesto un lugar para parar. Para ponerle un límite a los ritmos frenéticos que nos impone la sociedad. Unos ritmos que para las mujeres en general, y las mujeres migrantes en particular, están llenos de cargas y responsabilidades donde pocas veces hay lugar para nosotras. Para una misma.

¿Qué necesito? o ¿Qué deseo?” Son preguntas que se hacen borrosas especialmente en el mundo sexo-afectivo de las mujeres de distintas partes del mundo. Porque la idea de sexualidad que se ha construido en las diferentes culturas no incluye las necesidades y deseos de las mujeres, no deja espacio para nuestras decisiones. La sexualidad de las mujeres siempre ha sido y sigue siendo un tabú.

“Todos los temas relacionados con mujeres son tabú, pero con estas sesiones hemos dado un gran paso nosotras”. Explica otra participante.

Así, en esta iniciativa, hemos venido a conocernos y reconocernos desde la diversidad. Hemos venido a comunicarnos, a reflexionar y a compartir entre iguales aquello que nos da salud y aquello que nos quita salud en nuestras relaciones afectivo-sexuales. Hemos venido también a romper los mandatos, las relaciones de poder y con las inequidades que vivimos. Con todo aquello que las mujeres venimos soportando históricamente, porque nos merecemos una vida alegre, segura, placentera y llena de cuidados: “porque tenemos derecho a la salud afectiva y sexual”.

“Tener un espacio con ustedes, hablar con libertad, con seguridad y confianza, me hace muy feliz porque no tenemos espacio para hablar de estas cosas tan importantes, nuestras cosas como mujeres”. “Ahora tengo confianza en mí misma, soy libre y mi palabra es mía”, afirman dos de las participantes.

Estas sesiones, sobre todo, han supuesto un encuentro intercultural en el que las mujeres participantes han compartido sus experiencias, sus reflexiones y sus conocimientos. Juntas han identificado muchos de los aspectos que nos atraviesan a todas las mujeres; pero que lo hacen de una manera específica según nuestra cultura, nuestra clase social, nuestra orientación sexual, nuestra situación administrativa o nuestra relación particular con las instituciones.

En este espacio, el  equipo técnico y dinamizador del proyecto hemos tenido la oportunidad de acompañar e identificar, con todas ellas, algunos de los procesos socioculturales que subyacen en nuestros malestares con el cuerpo, con la sexualidad y con la afectividad. Reconociendo dichos malestares como una vulneración de derechos.

Un lugar de encuentro y compromiso con los derechos de las mujeres y niñas

das2Para que este espacio de construcción colectiva sea posible hemos contado con muchos apoyos. Queremos agradecer la labor fundamental del equipo de cuidado infantil que, de manera voluntaria, han acompañado en los deberes escolares (y han jugado mucho) para que las mujeres con hijos e hijas pudieran formar parte de este camino, que sólo acaba de empezar. Además, hemos contado con la comprometida colaboración de personas voluntarias que han ido recogiendo y sistematizando la información de las sesiones. La mediación intercultural de la mano de Red Aminata ha sido imprescindible y nos ha permitido comprender realidades culturales diversas para ajustar el proyecto de manera adecuada.

Este proyecto se sostiene además gracias a la implicación de este maravilloso grupo de 15 mujeres por convertir el mundo en un lugar más justo y seguro para las mujeres y las niñas. Viene de su compromiso por defender el derecho a la salud afectiva y sexual de todas las mujeres. En definitiva, este proyecto nace para desmontar creencias, para transformar heridas en fuerza y poder, para trascender de lo individual a lo colectivo: “porque lo que me ocurre a mí, es nuestro. Lo que nos ocurre a nosotras, es mío”.

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