«Bolsas para cadáveres».Sí, eso es lo que se necesita hoy en Gaza, según le pedían a un médico gallego de la ONG Médicos del Mundo en conversaciones informales sus colegas de Gaza, donde ha efectuado varias estancias de trabajo y docencia en su especialidad. Las más de 6.700 personas fallecidas en Gaza, en torno al 50% de ellas mujeres y niños, hacen difícil centrarse en las medicinas que se necesitan, cuando el propio personal sanitario, que está agotado y al límite de sus fuerzas, está siendo bombardeado.
En la Franja de Gaza hay 28 hospitales, como el pequeño hospital Bautista Al-Ahli Arabic, de 80 camas, que atiende sobre todo a la población cristiana (donde ocurre una explosión, aún no aclarada, que provocó 500 muertes), y 73 centros de salud, que atienden a los 2,2 millones de personas que malviven en 360 km2 (menos de los 380 km2, por ejemplo, de la superficie del municipio lucense de Vilalba). Por muchas reservas de medicinas que tuviesen, la situación es crítica, y en varios hospitales las intervenciones quirúrgicas se hace ya sin anestesia.
¿Qué medicinas se necesitan?
Pues las que están en Egipto, bloqueadas en el paso de Rafah junto con la restante ayuda humanitaria enviada por varios países. Hablamos de alimentos, de agua potable y combustible (Israel cortó, tras los ataques iniciales de Hamás el pasado 7 de octubre, el suministro de estos bienes esenciales, infligiendo un castigo colectivo a toda la población gazatí).
Hablamos de medicinas básicas como morfina, anestésicos y sedantes para las operaciones, analgésicos para traumas y amputaciones que el bombardeo indiscriminado israelí está causando. Antibióticos de amplio espectro para prevenir y tratar las infecciones o antisépticos para heridas, jeringas estériles, etc. Pero también medicinas que requieren conservación en frío, como las vacunas infantiles o insulina para las personas diabéticas.
Hay medicamentos de sobra
Pero no pensemos en Gaza como una zona lejana o montañosa de África o Asia; no pensemos que España, por ejemplo, necesite desplegar, como hizo en Turquía con motivo del terremoto del pasado febrero, o equipo START, los llamados “chalecos rojos” de la Cooperación Española, con 70 sanitarios que montaron un hospital de campaña en el que participó Farmamundi. ¡No!, a escasos kilómetros de Gaza, en el territorio de Israel, la potencia ocupante (como ir de Vilalba a Lugo, 35 km, por seguir con el ejemplo inicial), hay medicamentos de sobra; de hecho es allí donde se adquieren habitualmente.
Por eso, la gallega Tania Montesinos, que dirige el departamento de Acción Humanitaria y Emergencias de Farmamundi, que viene colaborando desde 2014 con la organización humanitaria palestina Labour Resources Center, reclama la apertura de corredores humanitarios para poder entregar la ayuda.
Es necesario que pare la guerra, cuya continuidad no va a resolver nada. La única solución es el fin de la ocupación y de la colonización, con la independencia del Estado de Palestina.
Xosé María Torres, es farmacéutico y vocal de la Junta de Farmamundi.
Una versión en gallego y más breve de este artículo ha sido publicada en La Voz de Galicia el 24.10.23. Puedes leerlo aquí