La epidemia de covid-19 sigue avanzando; a finales de septiembre se superaba en todo el mundo la cifra (oficial) de 1 millón de personas fallecidas, y algo más de 40 millones de contagios. Pero serán muchos más; si hay dudas en España, con un sistema sanitario avanzado (un mito caído), ¿que no pasará en África, con países cuyo presupuesto sanitario es de 10 dólares por persona y año?
Las expectativas están depositadas hoy en las vacunas, con datos esperanzadores: según la OMS hay 180 candidatas, y de ellas, 6 están finalizando la fase 3 de ensayos clínicos. Son las de Pfizer, Moderna (que será envasada también por el laboratorio español ROVI), Oxford-AstraZéneca y las 3 chinas: SinoVac, CanSino y SinoPharm; y seguirán otras 13, ya con ensayos en humanos, como la de NovaVax, que producirá también Biofabri, en sus instalaciones de O Porriño (Pontevedra); todas requerirán la aprobación de las agencias de medicamentos, como la estadounidense FDA y la europea EMA.
Acceso a las vacunas en el mundo
Pero… ¿quién pagará las vacunas en los países de rentas más bajas? En junio pasado se lanzó en Londres, en la Cumbre Mundial sobre Vacunas para el Covid19, la plataforma COVAX, en la que participan la OMS, GAVI (Alianza para la Vacunación), el Banco Mundial, la patronal farmacéutica IFPMA, las fundaciones Gates y Wellcome, Cruz Roja y otras entidades. 80 países (pero sin EE.UU. ni China) apoyarán esta iniciativa, como España, que destinará 50 M de euros, una cifra muy modesta comparada con los 637 M que aportará el Reino Unido.
Las vacunas se distribuirán en 92 territorios de ingresos mediano-bajos, seguramente a través de UNICEF, el mayor administrador mundial de vacunas. Pero… ¿serán gratis en los países más pobres? No, el compromiso es que cuesten entre 1,6 y 3,1 dólares por dosis. Un dato importante es la participación del Serum Institute of India (SII), el mayor fabricante de vacunas y productos biológicos del mundo. La India, una vez más cumpliendo su labor de ser la farmacia del mundo.
Distribuir 2.000 millones de vacunas
La meta de la plataforma COVAX es titánica: para fines de 2021, distribuir 2.000 millones de dosis.
Con todo, la iniciativa COVAX ha sido criticada por diversas ONG, que apuntan, más allá del problema del precio, 3 problemas:
- Acaparamiento por los países ricos, como la iniciativa Warp Speed (velocidad de la luz) de EEUU o la europea Inclusive Vaccines Alliance, que recuerda lo sucedido en la epidemia de gripe A, o gripe porcina H1N1 de 2009, cuando los países más ricos compraron casi todos los suministros.
- Distribución en países tropicales con débiles redes de logística y de refrigeración de las vacunas (o de congelación, pues las vacunas de Moderna y Pfizer, por ejemplo, deben mantenerse a -70ºC), así como el reto de administrarla a personas que viven fundamentalmente en zonas rurales, con centro de salud lejanos, en especial si se requieren 2 dosis, como en algunas de las vacunas más desarrolladas. Por no hablar de su administración en campos de personas refugiadas y zonas en conflicto.
- Existencia de grupos negacionistas y conspiranoicos: desde grupos antivacunas y neorrurales, hasta grupos religiosos ultras en ámbitos del islam, del cristianismo, del judaísmo y otras religiones, que se oponen a las vacunas con excusas inverosímiles (mezclando vacunas con la telefonía 5G). Y también grupos militares como Boko Haram en Nigeria o talibanes en Paquistán que asesinan a los trabajadores sanitarios.
Veremos si todo esto convierte la llegada de la vacuna a los países en desarrollo en una esperanza o en una quimera.
Xosé María Torres
Farmacéutico y portavoz de patentes de Farmamundi. Autor del Blog: Farmacia y RSC.
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Una versión de este artículo fue publicado en gallego en el diario La Voz de Galicia el 19.10.20