*Artículo escrito por el periodista Agus Morales y archivo fotográfico de José Colon
De Valencia a Dnipro. De España a Ucrania. Después de casi 4.000 kilómetros por carretera, un camión que carga casi tres toneladas de medicamentos abre sus puertas ante el hospital Mechnikov, uno de los más importantes del centro de Ucrania. Son 36 cajas con analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos, entre otros fármacos, que el personal médico, ansioso por abastecer a los departamentos correspondientes, coloca de inmediato en el almacén del hospital.
“Necesitamos más analgésicos… Se nos van como el agua”, dice mientras comprueba las cajas la supervisora de la farmacia*. Con su chaleco azul, bata blanca y pantalón de pijama sanitario, se mueve por el almacén mientras explica la urgencia con la que se necesitan los fármacos en este y otros hospitales. “Estos medicamentos se van enseguida a quirófano y a los departamentos que las necesiten. Hoy mismo. Tenemos varios problemas con los medicamentos. Algunos almacenes han sufrido ataques. Toda la cadena de suministro se ha visto afectada. También hay problemas con algunas donaciones de voluntarios, porque caducan al poco tiempo… Necesitamos más antibióticos”, dice volviendo a sus quehaceres y repasando de nuevo la lista mental de los suministros que más precisan en el hospital.
Mientras sigue la descarga de cajas aparece, vestida de azul oscuro y llena de optimismo, la jefa de enfermería. Coincide con su compañera: lo que más necesitan son analgésicos y antibióticos. Dice que el centro tiene capacidad para hospitalizar a unos 1.400 pacientes, y que ahora mismo está lleno. “Ahora no solo se atienden a pacientes de la región, sino que también llegan muchos derivados de lugares como Mykolaiv, Donetsk, Járkiv…”. El envío de Farmamundi, que tiene un coste con el transporte incluido de casi 138.000 euros, contribuirá a aliviar la presión que sufre el hospital.
“Antes de la guerra no teníamos tanta necesidad de medicamentos, pero con el aumento de pacientes creció también esa urgencia. La cantidad de medicamentos que teníamos aquí estaba bajando, pero con este envío ha vuelto a crecer”, dice el jefe del departamento médico.
Fotografía José Colón
¿Por qué Ucrania necesita medicamentos?
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, ha subido la demanda de analgésicos y antibióticos, así como de todo tipo de material para la atención traumatológica. En los hospitales ya no solo hay personas con enfermedades crónicas, que deben ser intervenidas por alguna dolencia o que han sufrido un accidente, sino que también hay heridos de guerra. La destrucción o inutilización de algunos hospitales hace que otros tengan que asumir un mayor flujo de pacientes. A todo ello se unen los problemas logísticos para mover los suministros, algo que fue especialmente grave durante las primeras semanas de la guerra.
“Tenemos problemas con las medicinas porque algunas fábricas y almacenes han sido destruidos, y también tenemos problemas de transporte”, dice el doctor Vyacheslav Dolenko, que trabajaba en Kiev y ahora está en Vinnytsia. “Dependemos en buena medida [de las donaciones] de voluntarios y de otras organizaciones. Los medicamentos donados por otros países o por organizaciones como Farmamundi son más importantes para nosotros que las donaciones económicas, porque el dinero está bien, pero no podemos curar a la gente con dinero, sino que necesitamos medicinas”.
La imprevisibilidad de la guerra hace que las necesidades sean difíciles de calcular. “No puedo decir que la ayuda que viene de fuera en forma de medicamentos sea suficiente”, dice el cirujano Pavlo Badiul, que trabaja en el hospital público número 8 de Dnipro, la misma ciudad en la que se halla el hospital Mechnikov. “Es suficiente hoy, pero mañana quizá no, porque cada día tenemos muchos pacientes nuevos y les damos muchas medicinas. Desde que empezó la guerra también hay muchos heridos de guerra, y hemos tenido mucho trabajo con estos pacientes, que sufrían heridas de metralla, de bala…”.
Un hospital pediátrico
Desde el inicio del conflicto desde Farmamundi han enviado 72 toneladas de medicamentos y material sanitario en 130 envíos a varios hospitales ucranianos. Los últimos a los Hospitales de Dnipro, Odesa y Leópolis.
Uno de los centros que ha recibido el apoyo de Farmamundi es el Hospital Clínico Infantil de la Región de Odesa. Este hospital siempre fue un centro de referencia en el sur de Ucrania, pero ahora lo es también para la gente que huye del sureste, de las zonas afectadas por los combates o ocupadas por las tropas rusas. Este complejo hospitalario tiene 430 camas y ofrece todo tipo de cirugías pediátricas.
“La ayuda a este hospital y a toda la región de Odesa es necesaria”, dice el director del centro, Pavel Vasilievich. Esta donación no se quedará solo en este hospital, sino que será redistribuida en otros centros que lo necesiten. Lo confirma Angela Papadiuk, directora adjunta del Departamento de Salud de la región de Odesa. “Nuestro departamento distribuirá la ayuda según las necesidades de cada hospital, porque en solo una semana la situación puede cambiar debido a la guerra”, explica. “Ahora hay más pacientes con heridas de guerra, y debido a eso necesitamos más medicinas. Es un gran problema. Nuestros hospitales hacen más cirugía que antes”.
Este hospital de Odesa ofrece atención materno-infantil y se ha convertido en vital para personas que huyeron de zonas del sur y el sureste afectadas por el conflicto. Una de ellas es Marina. Mientras acuna de pie a su bebé en una habitación del hospital, entre una cama y un cambiador de madera, explica que antes de la guerra vivía en Mykolaiv, al este de Odesa, pero tuvo que huir. Es una historia que se repite en este y otros grandes hospitales. “Después de que empezaran a caer las bombas, salimos de Mikolayiv, donde es muy difícil recibir ayuda médica, y vinimos aquí, a Odesa. Estoy contenta con la atención que me han dado en este hospital”. Aquí nació su bebé.
*Los nombres de algunas personas no aparecen por motivos de seguridad.
Fotografía José Colón