En la ciudad de Jindires, ubicada al noroeste de Siria, cerca de la frontera con Turquía, la población desplazada sufre las consecuencias de la guerra y del terremoto que hace año y medio golpeó duramente la zona. En la ciudad, 9 de cada 10 personas desplazadas por los seísmos ya lo habían sido antes, al menos una vez, debido a la guerra. El 57% de estas personas son niños, niñas y adolescentes, muchos de ellos han llegado solos o habían sufrido la perdida de algún familiar cercano y se habían tenido que convertir en la cabeza de familia.
Desde Farmamundi, tras el suministro en primera instancia de artículos esenciales como tiendas, mantas y artículos de cocina e higiene, así como alimentos, actualmente estamos prestando atención a la salud mental y ofreciendo apoyo psicosocial a menores y adolescentes desplazados internos, de la mano de la ONG local Khayr Ommah Association.
Centros de acogida superpoblados
Los centros de acogida necesitan espacios seguros para niños, niñas y mujeres. Con un gran número de menores no acompañados y albergues superpoblados, el acoso sexual y la inadecuación de los alojamientos siguen siendo motivo de preocupación.
El proyecto que llevamos a cabo responde a estas necesidades urgentes, proporcionando servicios de salud mental a la población infantil traumatizada, en tres etapas: primero, a través de un diagnóstico preliminar con el niño o la niña, su familia, y un médico; segundo, dando un diagnóstico exhaustivo a través de actividades de descarga emocional, y tercero, con actividades grupales de apoyo psicosocial y terapias individuales para los que las necesitan. Y todo esto se desarrollará en espacios seguros, donde los niños y niñas pueden recrear un entorno sano, saludable y seguro con otros menores.
Apoyo psicológico y actividades recreativas
“Tras el terremoto, la mayoría de los casos atendidos en el hospital fueron de apoyo psicológico y crisis nerviosas, sobre todo entre mujeres y niños. Se ven afectados por fuertes conmociones y pánico, con signos como ansiedad, ataques de pánico, trastornos del sueño, depresión”, explica la responsable de Acción Humanitaria y Emergencias de Farmamundi, Tania Montesinos, y añade: “Ya el hecho de ser menor supone una condición de vulnerabilidad, pero si a ello se le suma que han perdido algún familiar, la vulnerabilidad es aún mayor. Algunos de ellos se han visto forzados a convertirse en cabeza de familia y a tener que contribuir en la economía familiar, pero esto es difícil si no se les realiza un acompañamiento psicológico que les ayude a superar el trauma”.
En este sentido, la labor de Farmamundi y Khayr Ommah Association prioriza a menores que han perdido uno o dos padres o que han sufrido violencia sexual, y por eso están en una situación de vulnerabilidad aún mayor.
Las principales necesidades de protección incluyen la prestación de primeros auxilios psicológicos, apoyo psicosocial, kits de dignidad, gestión de casos de violencia de género y ayuda en efectivo. También se necesitan urgentemente actividades recreativas en espacios acogedores adaptados a los niños. Además, para el apoyo social a la población infantil más vulnerable, se necesita formación en psicoeducación y técnicas de autocuidado a los trabajadores de primera línea de protección infantil.
Las actividades se llevan a cabo en 17 de los 48 campos habilitados para la llegada de desplazados al municipio de Jindires, subdistrito de Jindires, Distrito de Afrin, Gobernación de Aleppo, Sira: Hayel, Al-Rifatia 1, Al-Rifatia 2, Abu Yarub, Ma’sarat Al-Falaheen, Kafaf, Ehsas 1 y 2, Al-Qalaa, Kafr Obeid, Salet Sibianki, Al-Talal 3, Al-Bashir, Ma’amal Al-Blok, Ma’sarat Abu Shiro, Al-Hashma, Al-Rayhan y Al-Jabal.
Hasta el momento, Farmamundi ha intervenido en salud mental en Siria en alianza con Apotecaris Solidaris y con la financiación de la Conselleria de Famílies i Afers Socials de les Illes Balears.