En la cuarta semana de aislamiento en España y a pesar del desabastecimiento generalizado de equipos de protección individual, más conocidos como EPI, Farmamundi continúa abasteciendo a diversas entidades sociales y actores humanitarios para mejorar la protección frente al COVID-19 y ganarle la batalla. Entre ellas, se encuentra también Cáritas Española, que ya está repartiendo los equipos de protección entre sus agentes de las 70 Cáritas Diocesanas de todo el país.
Concretamente se han suministrado 2 palets, unos 268 kilos entre mascarillas, guantes, gel hidro-alcohólico y termómetros de infrarrojos a distancia sin contacto, que se han repartido entre las sedes de Cáritas en Andalucía, Madrid, Cataluña, País Vasco y Castilla y León.
Cáritas está trabajando para mantener y reforzar sus programas, con el objetivo de garantizar el acompañamiento a las personas más vulnerables ante los impactos sanitarios, sociales y económicos de esta crisis con garantías de seguridad y protección para estas personas, los trabajadores y el voluntariado. “Estamos priorizando las intervenciones en favor de los colectivos en mayor situación de vulnerabilidad frente al covid-19, como son las personas mayores, sin hogar y familias en situación de vulnerabilidad”, explica Alberto Puyo, director de Gestión y Administración de Cáritas.
Priorizar a los mayores, personas sin hogar y familias sin recursos
Ante el impacto del coronavirus en los sectores sociales más vulnerables, Cáritas está reforzando sus itinerarios de acompañamiento a las personas en situación de mayor precariedad, tanto a través de nuevas tecnologías para la comunicación como con la apertura de nuevos espacios para uso residencial y la asistencia domiciliaria. Dentro de la respuesta a esta crisis, ha puesto en marcha un Plan de seguridad y protección para sus 85.000 voluntarios y 5.600 trabajadores, además de fortaleciendo su red de apoyo comunitario.
La emergencia generada por el coronavirus ha obligado a Cáritas a reorientar toda su actividad, tanto para cumplir los criterios de aislamiento social y prevención decretados por las autoridades sanitarias, como para salvaguardar la respuesta a las necesidades básicas de las personas especialmente expuestas al Covid-19, como son los mayores, personas sin hogar y familias sin recursos.
En cuanto a los programas que Cáritas desarrolla con personas mayores, la mayor preocupación se concentra en mantener a pleno rendimiento el acompañamiento a las más de 2.600 personas mayores que atendemos en 30 residencias y 12 centros de día en toda España, así como a las casi 6.000 personas mayores que acompañaN en sus propios domicilios, tanto en las ciudades como en las zonas rurales. “Lo mismo sucede con las personas sin hogar, cuya atención se realiza a través de 63 programas sociales, que comprenden tanto recursos residenciales y centros de día como comedores sociales y espacios ocupacionales”, concluye Alberto Puyo.
