Tras días de combates, la población enfrenta una crisis humanitaria extrema: hospitales y morgues colapsadas, servicios básicos paralizados y sin agua ni electricidad. Urge un mayor apoyo internacional para garantizar el derecho internacional humanitario.
Desde Farmamundi seguimos con gran preocupación el avance del grupo armado M23 en Kivu Norte, República Democrática del Congo, donde los combates en Goma y alrededores están intensificando la crisis humanitaria en la región. La escalada del conflicto está provocando un aumento significativo del número de personas desplazadas y supone una grave amenaza para la seguridad de la población civil y del personal humanitario que trabaja en la zona.
El personal de nuestra organización socia, PPSSP, en Goma, permanece confinado en sus hogares desde el lunes. Por sus mensajes sabemos que la mayor parte de la ciudad, donde viven más de un millón de habitantes y personas desplazadas, sigue sin suministro de agua y electricidad, lo que obliga a la población a recurrir al agua no potable del lago Kivu, aumentando el riesgo de brotes de cólera y otras enfermedades de origen hídrico.
En Beni, donde también trabaja PPSSP, y en Butembo, donde se encuentran equipos de Farmamundi, FEPSI y CFJ, la situación es de calma tensa. Se han convocado dos días de “ville morte” en protesta por la decisión del gobernador de Kivu Norte de establecerse en Butembo, ya que la población considera que esto la expone aún más al conflicto. Mientras que en Beni se están produciendo movilizaciones en apoyo a las Fuerzas Armadas de la RDC y exige al Gobierno que tome medidas urgentes para recuperar Goma.
Proteger a la población civil
Ante el creciente aumento de necesidades humanitarias y pese a las dificultades derivadas del conflicto, seguimos en terreno preparadas para responder a la crisis y apoyar a la población afectada junto a nuestras organizaciones socias, con las que desarrollamos en este momento ocho actuaciones humanitarias y de emergencia en la región.
Instamos a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes para garantizar el respeto del derecho internacional humanitario y la protección de la población civil, de las infraestructuras sanitarias y de las personas que trabajan en las organizaciones humanitarias. Es imprescindible avanzar hacia una solución pacífica del conflicto para evitar un mayor sufrimiento de la población.