Cuando ya se han cumplido ocho meses de la invasión rusa a Ucrania, se estima que entre 3 y 4 millones de personas requieren tratamiento asistido con medicamentos y que 15 millones de personas podrían necesitar apoyo y tratamiento psicológico debido al trauma y estrés producido por la guerra. Además de la llegada del invierno, y por tanto la bajada de temperaturas, preocupa la falta de acceso al agua, la electricidad y otros servicios básicos. Junto al Ayuntamiento de Madrid, y con el apoyo de la organización ucraniana Gender Bureau, se ha iniciado una intervención para la atención y protección a población desplazada interna procedente del Este de Ucrania, con especial atención a la salud mental y psicosocial, que va a mejorar la salud y calidad de vida de más de 7.000 personas.
Farmamundi y el Ayuntamiento de Madrid van a implantar una estrategia multisectorial que busca proteger el derecho a la asistencia humanitaria y a la protección de la población desplazada interna (PDI) en Ucrania, donde se van a invertir 431.120,00 euros. “Junto a Gender Bureau estamos priorizando la atención a las necesidades humanitarias más acuciantes mediante entregas de dinero en efectivo y en especie, como artículos de higiene, alimentos, medicamentos y material sanitario. También se están habilitando alojamientos seguros con cuatro centros de estancia temporal de población desplazada interna en Poltava, atendiendo a las necesidades específicas de los grupos de género, edad y diversidad”, explica la responsable de Acción humanitaria de Farmamundi, Tania Montesinos.
En la actualidad, 5,7 millones de niños y niñas en edad escolar se han visto afectadas desde el comienzo de la guerra, por ello, el otro eje de trabajo se centra en facilitar servicios de educación, a través de formaciones, y de protección mediante atención a la salud mental, psicosocial y asesoramiento legal. Estos servicios están dirigidos a la población desplazada interna en condiciones de mayor vulnerabilidad, principalmente mujeres y menores, orientando la acción a su bienestar psicosocial y su integración laboral y educativa en las zonas de acogida.
Facilitar el acceso a medicamentos, agua y saneamiento
Cabe destacar que la población desplazada interna (PDI) en centros colectivos y en las comunidades de acogida tienen una elevada necesidad de asistencia en materia de agua, saneamiento e higiene debido al aumento de riesgo de enfermedades de origen hídrico.
Otra de las necesidades más acuciantes es la falta de medicamentos y tratamientos para enfermedades crónicas, como la hipertensión, diabetes de tipo II y otras enfermedades cardiovasculares. También tratamientos para enfermedades respiratorias agudas, ante la llegada del frío, así como la atención al estrés trastornos del sueño o el aumento de la ansiedad.