Iniciamos una nueva intervención de emergencia para distribuir kits nutricionales a 1.000 personas desplazadas por el conflicto, realizando la distribución puerta a puerta para garantizar la seguridad.
La crisis humanitaria en Gaza ha alcanzado niveles extremos tras meses de conflicto, desplazamientos masivos y el colapso del sistema agroalimentario. Más del 80% de la población sufre inseguridad alimentaria severa, y el bloqueo de Israel a la entrada de alimentos, agua potable y medicamentos ha agravado la situación, dejando a miles de personas al borde de la supervivencia.
Conseguir alimentos en Gaza es cada vez más difícil y peligroso.
En respuesta, desde Farmamundi hemos puesto en marcha una nueva intervención urgente junto a Labour Resources Centre para distribuir kits nutricionales a 1.000 personas desplazadas, priorizando a las más vulnerables, durante los próximos cuatro meses. La distribución se realizará puerta a puerta para garantizar la seguridad de la población y del personal humanitario. Cada kit incluye alimentos básicos no perecederos adaptados a la falta de electricidad, como cereales, aceite, legumbres y conservas, validados por especialistas en nutrición.
“Desde marzo, la variedad de alimentos disponibles en Gaza ha disminuido drásticamente, obligando a muchas personas a subsistir con dietas desequilibradas y pobres en nutrientes. Hoy, la mayoría de la población se enfrenta a una situación crítica donde conseguir alimentos básicos es cada vez más difícil y peligroso”, explica Joan Peris, director de Farmamundi.
La selección de las familias que recibirán los kits de asistencia alimentaria en Gaza se realiza en coordinación con el Sindicato Independiente de Comités Laborales (ILCU) y el Ministerio Palestino de Desarrollo Social, asegurando transparencia y rigor en el proceso. Esta acción cuenta con el respaldo de la Xunta de Galicia y el Fondo de Acción Humanitaria y Emergencias de Farmamundi, y busca además dinamizar la economía a través de proveedores locales.
Pedimos un alto al fuego permanente
Desde el inicio del conflicto en 2023, más de 57.000 personas han perdido la vida en la Franja, la mayoría civiles palestinos, incluyendo más de 17.400 menores. Casi 2 millones de personas, el 90% de la población, se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
“La asistencia alimentaria en Gaza representa un pequeño alivio frente a una crisis desbordante. Como venimos demandando desde el inicio de las hostilidades, lo que urge es un alto el fuego permanente y el respeto al Derecho Internacional Humanitario”, concluye Joan Peris.
Mientras las condiciones lo permitan, seguiremos trabajando en Gaza para apoyar a las personas afectadas, reforzar las redes locales y defender el derecho a una vida digna, también en medio de la emergencia.