Abastecemos con medicamentos varios centros de salud del norte de Etiopía

Abastecemos con medicamentos varios centros de salud del norte de Etiopía

En los centros de salud de North Wollo, en la región etíope de Amhara, las estanterías vuelven a estar provistas de medicamentos, tras muchos meses vacías. Los centros de salud de Haro, Wurgesa, Shewat y Wudimen —en coordinación con las autoridades locales y la comunidad— han recibido insumos específicos con el fin de restablecer las urgencias, mejorar la gestión de infecciones y epidemias, la atención primaria, el apoyo diagnóstico y la asistencia en salud sexual y reproductiva. Al menos 27.000 personas, el 65% de ellas mujeres, ya tienen acceso a estos servicios tras los estragos que la guerra ha causado en el país.

Sitotaw Bealy, sacerdote de Shewat, es uno de los vecinos que ya puede beneficiarse de la dotación en su zona: “Este apoyo en medicamentos nos da esperanza para seguir viviendo y acceder a los servicios del centro de salud”, explica. En Wurgesa, Asfaw Shumitye, otro usuario, afirma sentir “una alegría indescriptible” porque ya no tendrán que salir de la región para ser atendidos. “Algunas personas se encuentran en una situación económica muy complicada y otras tienen discapacidades mentales y físicas; también niños, niñas y ancianos no recibían una atención sanitaria adecuada”.

Aparte de en Amhara, en Samre, en la región de Tigray, se ha hecho también una primera entrega de medicamentos al hospital. “La previsión es que estas dotaciones continúen hasta finales del 2026, para alcanzar 10.800 atenciones, priorizando a mujeres y menores de cinco años, monitoreando periódicamente la calidad de los servicios”, informa el responsable de los proyectos de Acción Humanitaria en Etiopía, Miguel Novoa.

Estos suministros son algunas de las acciones que Farmamundi lleva a cabo en el país de la mano de su socia local Women Empowerment Action – WE-Action, con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

Colapso de los servicios públicos en Amhara y Tigray

En un contexto aún marcado por el conflicto y el colapso de los servicios públicos, las ONG están integrando su respuesta en Amhara y Tigray con un mismo objetivo: que la atención sanitaria, el apoyo psicosocial y la protección frente a la violencia sexual y basada en género lleguen con rapidez y calidad a quienes más lo necesitan.

Durante el conflicto, la violencia sexual se ha usado como arma de guerra. Solo en Amhara se estima que entre el 40% y el 50% de mujeres y niñas han sido víctimas de violencia sexual, y el 90% de ellas eran menores. Por eso en esta región se ha estado formando en la atención al trauma postconflicto a 45 profesionales del sistema público, a través de psiquiatras etíopes. Un aprendizaje que se trasladará a Tigray con la capacitación prevista de 25 profesionales más, en un segundo proyecto que ya avanza en esta región, tras llevar seis meses de implementación.

Centros de atención a supervivientes de violencia

Proteger sin revictimizar exige espacios y protocolos adecuados. En Sekota (Waghmira, Amhara) se ha equipado el One Stop Center -centro de atención integral para supervivientes de violencia sexual y basada en género- para mejorar la gestión confidencial de casos. Además, y se han entregado 100 kits de dignidad para mujeres supervivientes.

“En la misma línea, en Samre, Tigray, estamos trabajando en el establecimiento y equipamiento de un nuevo One Stop Center y en la distribución de 200 kits, con el foco puesto en recuperar derechos y reducir barreras de acceso”, apunta Novoa. Todo ello ocurre en un país que dispone de 69 centros de este tipo, aún con limitaciones de personal y equipos, y con una brecha notable en salud mental, ya que en el sistema público etíope apenas se cuenta con 100 psiquiatras para atender a más de 100 millones de personas, concentrados en su mayoría en la capital.

Del mismo modo, la red que sostiene esta respuesta humanitaria también se fortalece. Así, en North Wollo y Waghmira, 90 autoridades locales y proveedores de servicios involucrados en la atención a víctimas de violencia —policía, justicia, salud y asuntos sociales, entre otros—, han sido formados en gestión de casos con enfoque centrado en la superviviente, mejorando la coordinación entre ellos. Igualmente, en Tigray, 60 proveedores ya se han capacitado para transversalizar género y protección en salud y en la respuesta frente a la violencia basada en género.

Un mismo objetivo para dos regiones. Lo que se consolida en Amhara acelera el arranque en Tigray: suministro regular a centros de salud, cuidado de la salud mental y respuesta integral a la violencia sexual y basada en género, con estándares compartidos y adaptaciones al terreno.