Más de 40.000 personas en Kenia, la mayoría de ellas mujeres y afectadas por la Crisis del Cuerno de África, mejoran su calidad de vida y capacidad de resiliencia
Entre otras acciones, se han realizado 4.976 pruebas diagnósticas, 491 visitas de atención en salud reproductiva y 90 jornadas de sensibilización
En Kenia, la ONG local Foundation for Health and Social Economic Development Africa (HESED – AFRICA) y Farmamundi han cerrado un proyecto que ha cumplido sus objetivos de garantizar la protección y el derecho a la salud de la población refugiada en Nairobi afectada por la Crisis del Cuerno de África. La iniciativa ha conseguido fortalecer la capacidad de resiliencia en salud de 40.000 personas de Eastleigh South (Nairobi) con mejoras en la red urbana de atención primaria de salud del condado de Kamukunji.
Se ha ampliado la asistencia sanitaria en situación de desprotección y se ha puesto en marcha una red local de promoción de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres para la prevención de la violencia basada en género, su atención psico-social y su asistencia legal.
Medicinas y pruebas diagnósticas en Biafra Lion
Gracias al proyecto iniciado en 2019 y que ha contado con el apoyo financiero de la Generalitat Valenciana, se dotó de suministros de laboratorio e insumos médicos al centro de salud de Biafra Lion, donde se realizaron 4.976 pruebas diagnósticas relacionadas con enfermedades diarreicas agudas, del tracto respiratorio superior, anemia y detección de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y de VIH-Sida. “Se compraron reactivos para realizar muestra de sangre para la prueba de malaria, análisis parasitario, hemoglobina, análisis de orina, de enfermedades venéreas, para pruebas de embarazo y prenatales específicas”, explica la responsable de Acción Humanitaria y Emergencias de Farmamundi, Tania Montesinos.
Para garantizar el acceso a medicinas de calidad, se reforzó el aprovisionamiento del dispensario del centro de salud de Biafra Lion con medicamentos esenciales y específicos para el tratamiento de afecciones ligadas a la salud materno-infantil y la salud sexual y reproductiva, con un aumento en el número de pacientes atendidos:
- Más de 3.000 menores de 5 años (3.073).
- Más de 4.200 niños y niñas mayores de 5 años (de los cuales 3.170 son niñas).
- Se realizaron 6.491 visitas de atención en salud reproductiva y servicios prenatales.
- 317 mujeres accedieron a servicios de consulta pre-natal y atención al parto.
- En total, se atendió a 10.239 personas, de las cuales 2.765 fueron personas refugiadas.
Asistencia médica móvil y formación
La población refugiada afronta importantes barreras de acceso económico, de desplazamiento y culturales, puesto que gran parte no habla inglés y/o swahili, lo que dificulta la asistencia, el diagnóstico y la administración del tratamiento a los pacientes en los asentamientos informales de Nairobi. “Las enfermedades respiratorias (37,93%) y la gastroenteritis siguen siendo la principal causa de prevalencia entre la población de Eastleigh South. Esto se debe a las malas condiciones de higiene, a la escasez de agua potable, así como a la mala gestión en general de los desechos”, afirma Montesinos.
Por ello, se pusieron en marcha dos dispositivos de asistencia médica móvil en los asentamientos informales de Biafra y Calvary Eastleigh South, donde fueron atendidas 1.871 personas. Y se realizaron 2 jornadas de capacitación para 36 profesionales sanitarios, 19 de ellas mujeres. “La formación se centró en la salud materno-infantil, higiene domiciliar, hábitos higiénicos y la promoción de la salud para adolescentes, jóvenes y mayores, asesoría en violencia de género y derechos de las personas refugiadas, así como el respeto a la diversidad cultural”, prosigue Montesinos.
Higiene y nutrición
Otro logro importante ha sido reducir las elevadas tasas de desnutrición infantil entre la población refugiada. Para ello, las brigadas médicas móviles distribuyeron 9.805 kg de complementos nutricionales a más de 10.000 personas (8.504 de ellas mujeres embarazadas, lactantes y menores de 5 años).
Y se distribuyeron artículos de primera necesidad (higiene, habitabilidad y protección) entre familias refugiadas que no tienen acceso a agua de calidad, saneamiento adecuado y que además viven en un entorno físico contaminado y degradado, caldo de cultivo perfecto para las enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias. “Los kits de limpieza y desinfección incluían artículos específicos de higiene íntima femenina y pastillas potabilizadoras para el tratamiento de agua. Asimismo, se impartieron charlas de salud sobre higiene y promoción de la salud, como el lavado de manos, la eliminación de desechos o el tratamiento del agua potable”, cuenta la directora de HESED-Africa, Eunice Ngwawe.
En definitiva se repartieron 20.635 tabletas para el tratamiento de agua, 6.195 pastillas de jabón, 3.100 kits de higiene y más de 2000 recipientes de agua. “Queremos destacar que 575 mujeres adolescentes recibieron artículos de higiene para garantizar una adecuada salud menstrual”, prosigue Ngwawe.
Afianzar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres
La directora de HESED-Africa recalca que el trabajo de las promotoras de salud sigue siendo clave en la cadena de la salud en Kenia. “Quince de nosotras nos encargamos de promocionar el respeto y efectividad de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las relaciones e identidades de género libres de violencia, así como dar a conocer los recursos de atención y protección disponibles para las mujeres supervivientes de violencia sexual y violencia basada en género”.
Otro logro importante ha sido la realización de 90 jornadas de sensibilización y 15 diálogos comunitarios, en los que participaron más de 4.000 personas (1.510 hombres), que adquirieron conocimientos sobre los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, las relaciones libres de violencia y la difusión de los servicios de protección y asistencia ante casos de violencia basada en género.
Por último, se ha garantizado la asistencia psico-social, el asesoramiento legal y la mediación comunitaria y familiar a 1.033 mujeres refugiadas víctimas de violencia basada en género, con el objetivo de romper el estigma social ligado a las agresiones y promover relaciones de género equitativas y no violentas. “Un equipo multidisciplinar de HESED, brindamos cobertura de atención, mediación, counselling y acompañamiento a las mujeres refugiadas supervivientes de violencia. Realizamos 73 visitas domiciliares y sesiones mensuales de terapia grupal para apoyar la recuperación psicológica de estas mujeres”, concluye Eunice Ngwawe.