Desde Farmamundi, junto a la Asociación 36 mm, llevamos varios años trabajando proyectos de Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global en Aragón a través de la sensibilización y la capacitación de mujeres sobre la inequidad de género y el derecho a la salud. Teatro y fotografía participativa han sido las herramientas impulsoras de los procesos vividos, la puerta de entrada hacía la interacción con los diferentes colectivos de mujeres y los motores que han servido para acceder al mundo interno de cada una de las mujeres que han trabajado sus propias historias de salud y género, poniéndolas en común y reflexionando sobre la realidad de esta problemática global en los diferentes contextos del planeta.
Con la fotografía participativa, de la mano de la fotógrafa Pilo Gallizo, incentivamos la educación artística, la creatividad, la igualdad de género y el autoconocimiento. De esta forma, mujeres que no tienen probablemente ninguna formación en fotografía, y que no la han usado como forma de expresión, pueden utilizarla para contarnos su proceso, su realidad, su sentir y qué supone ser mujer en su ámbito. Se han trabajado temas como migraciones, la violencia de género, los cuidados, la enfermedad, el sufrimiento femenino en una sociedad machista, mujeres que rompen estereotipos o las etapas de la vida de una mujer.
Fruto de estos años de trabajo se ha recogido el testimonio de las participantes de los diferentes procesos vividos, y se han plasmado en la exposición “Mujeres que cuentan” que recoge, en forma de postales, las imágenes de vida y salud de las mujeres que han participado en los diferentes procesos. La exposición estará abierta al público en la Casa de la Mujer de Zaragoza hasta el 5 de septiembre.
“Participar en los talleres ha sido muy enriquecedor porque me ayudó a empoderarme y a ver otras partes de mí que tenía dentro y han salido. Compartirlo nos ha ayudado mucho a fortalecernos”, cuenta Amanda Hernández, participante en el proyecto.
“Para mí ha sido muy importante participar en este taller por tener la posibilidad de tener esa experiencia compartida con tantas mujeres insuperables y que me han aportado mucho. Hemos profundizado en aspectos de la salud, no entendida como enfermedad sino como esa salud emocional que nos da fuerzas para vivir mejor”, comenta Peña Martínez, participante en el proyecto.
ENTREVISTA PILO GALLIZO, FOTÓGRAFA DEL PROYECTO
¿Cómo ha sido el proceso creativo del proyecto?
El punto de partida fue que la fotografía juega un papel importantísimo en nuestra sociedad, ya que es una herramienta que cruza barreras culturales, lingüísticas y puede ser adaptada a todas las capacidades y grupos sociales. Sirve para contar, dar a conocer, pero también ejerce un fuerte impacto en cada uno, ya que activa la memoria y los recuerdos. Actualmente, escribimos con fotografías más que nunca en las versiones digitales del álbum familiar: redes sociales como Instagram o Facebook.
Partiendo de esta premisa, mi labor consistió en dos procesos:
En primer lugar, la sistematización de la experiencia a través de la fotografía. He estado documentando la experiencia de los talleres de teatro y fotografía participativa con las distintas entidades de mujeres que hemos trabajado, tratando de mostrar el enriquecimiento que produce la diversidad.
En segundo lugar, el taller de fotografía participativa con tres grupos de Zaragoza, Huesca y Monreal del Campo. Algunas mujeres tuvieron su primer contacto con la fotografía. En un ambiente lúdico, sensorial y vivencial, despertamos las emociones para que surgiera la creatividad. ¿Qué hemos conseguido? Crear un proyecto artístico entre todas: el que podéis ver. “Mujeres que cuentan”, o el trabajo en torno a una postal. En él, las mujeres crean postales con sus imágenes, las escriben, las exponen y al final de la muestra las enviarán. Con el tema trabajado en los talleres, la equidad de género, y el derecho a la salud, ellas contarán sus historias y nos mostrarán su mirada.
¿Qué destacarías que aporta la fotografía participativa a este tipo de proyectos?
La fotografía participativa es una práctica en colectivo que visibiliza otras miradas, las no escuchadas, las no vistas. Tiene voluntad de empoderar y lo hace a través de procesos compartidos, como éste, de exposiciones, como ésta, talleres, publicaciones. Lo más importante es el proceso y en él todo el mundo puede expresar, comunicar, a través de su experiencia personal, visual, dando así visibilidad a su identidad individual y colectiva. En los talleres se crea un espacio incluyente y adaptado donde todo el mundo es bienvenido a explorar.
¿Qué han reflejado las mujeres en las fotografías?
Mucha variedad de temas y de imágenes. Algunas más poéticas, otras más documentales, otras de amor a sus seres queridos, otras más de denuncia. Son miradas femeninas que se enfrentan a los tópicos y abordan problemáticas contemporáneas. Son voces que estaban quizás silenciadas. De esta forma, mujeres que no tienen probablemente ninguna formación en fotografía y que no la han usado nunca como herramienta de expresión, pueden usarla para contarnos su proceso, su sentir y qué supone ser mujer en su ámbito.
Además de las fotografías, ¿Qué otros elementos habéis utilizado en la exposición?
Hemos usado vídeo, vídeo proyección y diseño gráfico. El estudio de Zaragoza con el que trabajamos ha materializado y dado unidad a una idea. Y hasta ha creado un buzón para las postales.
