La sostenibilidad de la vida, de los conocimientos y del planeta son tres temáticas que nos interpelan en la actividad llevada a cabo desde los colegios Padre Manjón y CEIP Gómez Moreno junto con el Centro de Participación Activa de La Paz (Granada) enmarcado en el proyecto Verdea y Justi(cia) de Farmamundi.
¿Cómo iban ustedes a hacer la compra? ¿La compra era en el mercado, entre vecinas del barrio o había grandes comercios como ahora? ¿Ustedes eran más felices antes? ¿Qué hacían con la comida que iba a ponerse mala? ¿Las mujeres podían conducir?
Todas estas preguntas y muchas más, fueron resueltas por el alumnado de cuarto de primaria del CEIP Gómez Moreno y sexto de primaria del Colegio Padre Manjón, protagonistas del proyecto Verdea y (Justi)cia, liderado por Farmamundi y cofinanciado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID).
Sostenibilidad ha sido la palabra que nos ha conectado con nuestras mayores tras darnos cuenta que con el paso del tiempo, sumado al avance de las nuevas tecnologías y la globalización, se están perdiendo los hábitos saludables y sostenibles que guardan consigo las personas mayores fruto de sus experiencias de vida. Es por ello, y tras unos años de distancia social por COVID-19, que el Centro de Participación Activa La Paz abrió sus puertas y sus brazos generando un importante y afectuoso encuentro intergeneracional para que el alumnado pudiera indagar sobre la salud planetaria y justicia global mediante preguntas generadoras y recabando historias de vida.
Cuando los hábitos sostenibles eran la única opción
Durante dos días hemos podido compartir a la fresca conversaciones con 22 mujeres quienes nos han brindando aprendizajes y lecciones de vida como que «antes íbamos andando a todas partes, y en el mejor de los casos, nos desplazábamos en burro cuando las distancias eran muy largas, pero claro, tardábamos una eternidad».
Otra mujer nos contaba que «mi madre se iba al pueblo de al lado a vender cosas y sacarse ‘unas pelas’ mientras mi padre estaba en la guerra, pero para llegar a la hora tenía que salir a las 5 de la mañana. Eso quería decir que nos dejaba acostados a mí y a mis hermanos que teníamos 6 o 7 años y claro, nos quedábamos dormidos porque no teníamos despertador así que no llegábamos a tiempo al colegio. De todas maneras con 8 años ya empezamos a trabajar así que no disfrutamos mucho de la educación en el colegio, tenéis muchísima suerte de que no os falte de nada».
Aunque parezca increíble, una de las mujeres nos dijo que tuvo su primera ropa interior con 9 o 10 años y fue un regalo de una vecina porque a su hija “se le había quedado chica”, ya que para entonces sólo la gente de bien podía permitírselo.
Este tipo de acciones despiertan conciencia y espíritu crítico en las nuevas generaciones y ponen en valor la importancia de compartir espacios intergeneracionales en una época en la que la tercera edad ha quedado relegada a un segundo, e incluso tercer lugar, en este caso por ser mujeres y mayores.
El alumnado descubrió y aprendió lecciones de vida, así como las personas mayores pudieron acercarse a los pensamientos de las nuevas generaciones tan y tan diferentes a cuando ellas eran pequeñas. Como buenos periodistas, anotamos todos los testimonios para dotar de sostenibilidad a los conocimientos y generar así un efecto multiplicador de los hábitos saludables y el buen hacer. Al final de la actividad el alumnado se sintió tan agradecido que no pudo resistirse a dar un abrazo a las mujeres del Centro de Participación Activa.
Verdea y Justi(cia) es una propuesta educativa transformadora desde las aulas y desde los barrios. Es un movimiento protagonizado por las comunidades de educación primaria de tres colegios de Granada y Sevilla, principalmente por el alumnado. Juntas, nos implicamos para cuidar la estrecha -muy, muy estrecha- relación que existe entre los seres humanos, los animales y el planeta, tratando de encontrar el equilibrio y contribuyendo a promover la equidad.