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España avanza en su compromiso con los objetivos de desarrollo del milenio y la lucha contra la pobreza
La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, y el administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Kemal Dervis, presentan el informe preliminar del Gobierno sobre el Objetivo 8.

8 de noviembre de 2006


El Gobierno ha elaborado, bajo la coordinación del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, un informe preliminar sobre el Objetivo 8, bajo el título “Hacia los Objetivos del Milenio: una apuesta coherente en la lucha contra la pobreza”. Se trata de un documento en el que se recogen los pasos dados hasta la fecha por España en diferentes ámbitos para contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la lucha contra la pobreza y los compromisos futuros. El Objetivo 8º, “promover una asociación mundial para el desarrollo”, se refiere a los compromisos que deben afrontar los propios países desarrollados para hacer posible el cumplimiento de los demás Objetivos del Milenio en favor de un desarrollo global más equilibrado.
En este sentido, durante su intervención, Leire Pajín señaló que ese compromiso está asumido plenamente por el Gobierno, por eso, además de incrementar sensiblemente los recursos destinados a la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) y de mejorar la calidad de la ayuda que prestamos, hemos apostado por avanzar hacia una mayor coherencia del conjunto de políticas públicas que afectan al desarrollo. Así, se está registrando un crecimiento notable de la ayuda, ya que desde una AOD equivalente al 0,25 por ciento de la Renta Nacional Bruta (RNB) alcanzada en 2004 se ha llegado al 0,35 por ciento en 2006. De acuerdo con el proyecto de ley de presupuestos generales del Estado y con la colaboración de las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos existe la previsión de llegar al 0,42 por ciento de la RNB en 2007. En cifras absolutas, en tan sólo tres años, se habrá duplicado la ayuda oficial española, pasando de 1.985 millones de euros a más de 4.200.

Además del aumento de la Ayuda Oficial al Desarrollo, España, para fomentar una asociación mundial para el desarrollo, ha incrementado de manera significativa sus aportaciones a los organismos internacionales. Por otra parte, España está aumentando la ayuda destinada a los Países Menos Adelantados y está promoviendo una estrategia amplia de canjes de deuda por desarrollo con atención especial al sector educativo.

El consenso con los diferentes actores de la cooperación española en la definición de políticas y actuaciones es otra de las apuestas de esta etapa, al igual que tender hacia una mayor concentración geográfica en el destino de la ayuda: el 70 por ciento de los fondos se prevé dirigirlos a los 23 países prioritarios, de acuerdo a lo recogido en el Plan Director (2005-2008).

España ha apostado por participar en iniciativas multilaterales a favor del desarrollo y la paz global, que promuevan mayores niveles de solidaridad entre los distintos países. En este contexto, España participa en el grupo promotor de la Alianza contra el Hambre y la Pobreza, junto con Brasil, Chile, Alemania, Francia y con el apoyo de la ONU, encargándose especialmente de estudiar y hacer propuestas sobre el papel que puedan jugar las remesas en el desarrollo.

A pesar de los avances mencionados, el Gobierno es consciente de que quedan importantes retos, como progresar en la construcción de un sistema de comercio mundial más justo y equilibrado. En este sentido, la cooperación española contribuye y contribuirá a seguir avanzando en facilitar el acceso de los productos de los Países del Sur a los mercados de los países desarrollados.
En relación a los medicamentos, se considera que el acceso a éstos es un elemento esencial de las políticas de salud pública y de los servicios necesarios para el buen funcionamiento de los sistemas sanitarios públicos. Estos medicamentos de coste razonable para los habitantes de los países en desarrollo, contribuirán igualmente y de forma destacada a la lucha efectiva contra el SIDA. El acceso a medicamentos –disponibilidad, precios accesibles, distribución adecuada– es por tanto uno de los pilares de una política de apoyo a la salud pública y es un elemento importante de la estrategia española en materia de salud. Igualmente, es un elemento importante en la definición del Plan África de la cooperación española y un sector preferencial para los recursos adicionales que se canalizarán hacia los Países Menos Adelantados.

El Estado español ha contribuido con 12.000.000 $ (9.475.000 euros) a la Alianza Global para la Vacunación e Inmunización (GAVI) y existe el compromiso de contribuir con la misma cantidad en los próximos 20 años. En este contexto el derecho a la salud y el acceso a los medicamentos para las poblaciones más pobres deberá ser especialmente protegido. Y por ello, resulta vital que exista la posibilidad de fabricar o importar medicamentos genéricos para aquellas enfermedades que afectan especialmente a las poblaciones más pobres, tales como el SIDA, la malaria o la tuberculosis.
Referente al ADPIC (Acuerdo sobre los Derechos de la Propiedad Intelectual) ya se ha avanzado en la búsqueda de fórmulas que permitan la fabricación o importación de medicamentos genéricos a partir de patentes registradas, siempre que sea demostrable su necesidad desde un punto de vista de salud pública. Es importante que se den de manera estable las condiciones para la aplicación de dichos acuerdos, de modo que los millones de enfermos de SIDA en el mundo no dejen de recibir medicación por falta de recursos u obstáculos comerciales.
España apoya en varios países latinoamericanos el fortalecimiento de ministerios de salud de manera bilateral y en colaboración con la OMS, y contribuye al Fondo Global para el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, que gasta una parte importante de sus fondos en la adquisición de medicamentos. El aporte español comprometido para el Fondo Global fue de 100 millones de dólares para el periodo 2003-2006, pero se ha superado ampliamente al efectuarse un desembolso en 2006 superior a los 60 millones de dólares (50 millones de euros). Por otra parte, para 2007, el Gobierno español ha comprometido una cifra de 100 millones de dólares.