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El tratamiento de la oncocercosis con Ivermectina reduce la prevalencia y la intensidad de la enfermedad hasta el 38%
El equipo del Hospital Clínico de Barcelona, liderado por el Dr. Mas y por el Dr. Ascaso ha determinado que la distribución de Ivermectina durante 8 años tiene un impacto positivo sobre la oncocercosis, puesto que reduce su prevalencia del 74,5 al 38,4%.



La oncocercosis, ceguera de los ríos, o craw craw es una enfermedad endémica de la isla de Bioko, Guinea Ecuatorial. Ésta es una patología debilitante, que afecta a la mayoría de individuos en edad productiva, por lo tanto se considera uno de los factores limitantes para el desarrollo económico de la isla.

El organismo que causa la “ceguera de los ríos” es un gusano denominado Onchocerca volvulus y se transmite a través de la picada de la mosca negra, Simulium. Las condiciones ambientales de humedad, los ríos de aguas rápidas y la altitud de Bioko favorecen la aparición de esta patología, puesto que se trata del hábitat favorable para la mosca negra que actúa como vector.

La mosca negra pica al hombre para obtener sangre, y es entonces cuando inocula la forma larvaria del parásito. Posteriormente, una vez dentro de los individuos infectados, estas formas larvarias de la Onchocerca pasan a formes adultas. Las hembras adultas del parásito miden 30-50 cm. y viven entre 10 y 15 años, los machos miden 3-5 cm. Los gusanos forman tumores dentro de las personas, muchos de ellos observables a simple vista. La hembra fecundada emite 1.200 larvas o microfilarias diarias, de 250-360 micras (0.25-0.36 mm.), que son diseminadas por la piel, los ojos y otros órganos. Este proceso de emisión de larvas puede repetirse durante 8 años, de forma que aumenta la intensidad de la enfermedad en relación a la cantidad de gusanos presentes en el cuerpo. Los individuos afectados pueden albergar de 50 a 200 millones de gusanos, distribuidos especialmente por la piel y los ojos, causando a menudo ceguera.

El estudio realizado mediante tratamiento con Ivermectina

El trabajo realizado por el equipo del Hospital Clínico de Barcelona, ha sido liderado por el Dr. Jordi Mas del Servicio de Microbiología del Hospital Clínico-Universidad de Barcelona y por el Dr. Carlos Ascaso del Grupo de Investigación en Epidemiología y Salud Internacional del IDIBAPS. El objetivo de este estudio era evaluar el impacto de 8 años de distribución vertical del único tratamiento disponible contra la oncocercosis, la Ivermectina, entre la población rural de 12 comunidades y dos grupos étnicos, los Bubi y los Fang.

El hecho de que la dosis de fármaco administrada sólo sea efectiva contra las larvas (microfilarias), condiciona la durada del estudio. El trabajo se llevó a cabo durante 8 años, porque ese es precisamente el tiempo mínimo que las hembras son fértiles, y, por consiguiente, se asegura de esta manera la eliminación de la totalidad de la descendencia.

Este estudio ha sido financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Va en la misma dirección que otros trabajos previos llevados a cabo en el continente africano tanto para evaluar los efectos de la Ivermectina, como para determinar la importancia de la oncocercosis.

Conclusiones y estrategias futuras

Los resultados en este caso son muy concluyentes: La prevalencia de oncocercosis antes del tratamiento era de un 74,5%, y después del tratamiento era del 38,4%. Además, se debe destacar que después de la administración de Ivermectina, la incidencia de la enfermedad en niños de 0 a 4 años disminuyó 2.6 veces. El seguimiento de este proyecto, creado hace más de una década por el Dr. Jordi Mas, continúa vigente en este momento desde el Ministerio de Salud de Guinea Ecuatorial. De todas formas, el seguimiento del estado de la enfermedad lo realiza el grupo catalán desde Barcelona y Bioko.

Las estrategias futuras de lucha contra la oncocercosis o “ceguera de los ríos” van más allá de la administración de Ivermectina. Actualmente, gracias al proyecto African Programme for Onchocerciasis (APOC) de la OMS, se está eliminando el vector de la enfermedad mediante fumigación con insecticidas.

Fuente: IDIBAPS (Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer)