Mañana empezará en Hong Kong la Sexta Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esta conferencia es crucial para avanzar en las negociaciones iniciadas hace cuatro años, en el marco del Programa de Doha para el desarrollo, y para poder concluir la ronda en el año 2006.

La Conferencia Ministerial es uno de los órganos de la OMC, donde se adoptan decisiones importantes sobre el comercio internacional. Las conferencias ministeriales de los últimos años han sido controvertidas puesto que, aunque se han aprobado acuerdos para intentar mejorar los flujos comerciales entre países, su puesta en marcha se ha visto obstaculizada por algunos de ellos[1].

Uno de los acuerdos que provocó más expectación durante la cuarta Conferencia Ministerial, celebrada en Doha en el año 2001, fue el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC). Este acuerdo afecta a cualquier producto comercial, considerando el medicamento como mero bien de consumo. Paralelamente, se formuló la Declaración relativa al Acuerdo sobre los ADPIC y la Salud Pública, donde se reconocía la necesidad de que los ADPIC[2]

Por este motivo, en la declaración se establecieron unas salvaguardas, como las licencias obligatorias, mediante las cuales los países conceden a un laboratorio el permiso para fabricar un producto farmacéutico patentado sin el consentimiento del titular de la patente. De este modo, se garantiza la disponibilidad y el acceso a los medicamentos para proteger la salud pública. Sin embargo, el titular de la patente puede pedir compensación económica.

También existen las importaciones paralelas, mecanismo por el cual los gobiernos pueden importar, sin el consentimiento del titular de la patente, medicamentos de un mismo laboratorio que tienen menor coste en otros países.

Normalmente, el bajo coste de los medicamentos se explica por la competencia de los genéricos en estos países.

Aunque la Declaración de Doha dio un paso adelante, dejó vacíos en la implementación de las salvaguardas de los ADPIC, como es el caso de los países menos desarrollados que no tienen capacidad para fabricar productos farmacéuticos.

En la declaración también se acordó prorrogar hasta 2016 el plazo de que disponen los países menos adelantados para aplicar las disposiciones relativas a las patentes de productos farmacéuticos. Aún así, se ha visto que, para acceder a la OMC, algunos países han tenido que avanzar este plazo y asumir límites adicionales para beneficiarse de las salvaguardas de los ADPIC[3].

El caso de Camboya ilustra de manera contundente este doble sentido del discurso de Doha, puesto que para entrar a formar parte de la OMC y poder disfrutar de las salvaguardas de los ADPIC, tiene que implementar los ADPIC para 2007 en lugar de 2016 y aceptar medidas por parte de Estados Unidos que obstaculizarán y retardarán la disponibilidad de genéricos[4].

Poco antes de la Conferencia Ministerial de Cancún de 2003, se firmó un acuerdo que permitía a los países que tenían capacidad de producción de medicamentos de licencia obligatoria exportarlos a países que no tenían capacidad de producirlos. Así, pese a ser una exención temporal hasta que no hubiera una enmienda permanente, se ponía fin al vacío que había con la Declaración de Doha[5].

Ahora, a una semana de la sexta Conferencia Ministerial, los miembros de la OMC han aprobado que esta exención temporal pase a ser una enmienda permanente del acuerdo sobre los ADPIC. Se tendrá que esperar a la conferencia para saber si dos terceras partes de los miembros de la OMC lo ratifican.

Esta enmienda incluye, entre otras cosas, el permiso para exportar productos farmacéuticos hechos bajo licencias obligatorias en países sin capacidad de fabricación; evitar la doble remuneración a los titulares de patentes por parte del país exportador y del país importador, y el desarrollo de sistemas regionales de comercio que implican a los países menos desarrollados[6].

Parece ser que los objetivos del Consejo de los ADPIC de garantizar la salud pública, y promover el acceso a los medicamentos existentes y el desarrollo de nuevos medicamentos, tendrían que cumplirse con estos acuerdos y enmiendas futuras.

Pero hay voces que piden un análisis de las medidas vigentes, para valorar si funcionan o no a la hora de incrementar el acceso a los medicamentos. Se teme que los precios de los nuevos medicamentos, por ejemplo los antirretrovirales de segunda generación, no bajen tanto como lo hicieron anteriormente los de la primera[7].

Para cumplir el acuerdo de los ADPIC, China e India, principales productores de medicamentos genéricos para países en vías de desarrollo, han tenido que regular la protección de las patentes y aprobar las leyes de las mismas.

Es demasiado pronto para evaluar el impacto que tendría a largo plazo, pero de momento se afirma que la disponibilidad y los precios asequibles de casi el 90% de los medicamentos fabricados en India y China no están afectados por la introducción de la ley de patentes. Pero sería un error concluir que la protección de las patentes tiene un bajo impacto en el acceso a los medicamentos, puesto que los nuevos medicamentos (antibióticos, antirretrovirales, antituberculosos…) que salgan al mercado serán patentados después de 2005. Por lo tanto, gozarán de veinte años de protección de la patente, con el consiguiente monopolio de precios, a menos que se apliquen las salvaguardas de los ADPIC.

Aunque algunos tengan miedo de que los laboratorios indios y chinos pierdan el interés en los mercados de bajo coste por la nueva implementación de normativas, hay una razón de peso para creer que no lo desestimarán. El mantenimiento de estos laboratorios es bajo, lo cual permite hacer frente a los nuevos campos que buscan estos laboratorios, como pueden ser avanzar en investigación, biotecnología y medicina tradicional[8].

La falta de acceso a los medicamentos no tiene una única solución, hace falta mejorar las políticas económicas, comerciales y sanitarias en el ámbito regional e internacional. Por tanto, es esencial que la Conferencia Ministerial de la OMC en Hong Kong busque consenso y tome conciencia de la importancia de las medidas comerciales adoptadas en el campo de la salud pública, para mejorar la falta de acceso a los medicamentos y acercarnos a una de las metas de los Objetivos del Milenio: “En cooperación con las empresas farmacéuticas, proporcionar acceso a los medicamentos esenciales en los países en vías  de desarrollo a un coste razonable”.



[1] Millennium Project, Task Force on Trade, capítulo 10. http://www.unmillenniumproject.org/reports/tf_trade.htm

[2] http://www.wto.org/spanish/thewto_s/minist_s/min01_s/mindecl_trips_s.htm

[3] “Prescription for healthy development: increasing access to medicines”, UN Millennium Project, Task Force on HIV/AIDS, Malaria, TB and Access to Essential Medicines, 2005. http://www.unmillenniumproject.org/documents/TF5-medicines-Complete.pdf

[4]“El descarrilamiento de Doha”, MSF. 
http://www.accessmed-msf.org/documents/cancunbriefingspa.pdf

[5] http://www.wto.org/spanish/tratop_s/trips_s/health_background_s.htm

[6] http://www.wto.org/spanish/news_s/pres05_s/pr426_s.htm

[7] http://www.essentialdrugs.org/edrug/archive/200512/msg00016.php

[8] A Briefing Paper for DFID: Update on China and India and Access to Medicines, noviembre de 2005. http://www.dfid.gov.uk/pubs/files/atm-china-india.pdf

http://www.dfidhealthrc.org/shared/publications/Issues_papers/ATM/Grace2.pdf